El valor de Max



Había una vez un pequeño zorro llamado Max que vivía en el bosque con su familia. Un día, mientras jugaba cerca del río, se encontró con un sapo muy triste. - ¿Qué te pasa, amigo sapo? -preguntó Max preocupado.

- Estoy triste porque no puedo saltar tan alto como los otros sapos y ellos siempre se burlan de mí -respondió el sapo con lágrimas en los ojos.

Max decidió ayudarlo y le propuso entrenar juntos para que pudiera saltar más alto. El sapo aceptó la ayuda del zorro y comenzaron a practicar todos los días. Después de unas semanas de entrenamiento, el sapo logró saltar más alto que nunca antes.

Se sintió muy orgulloso de sí mismo y agradecido con Max por haberlo ayudado. Pero un día, mientras caminaban por el bosque, escucharon unos gritos desesperados. Era una familia de conejos que estaba atrapada en una cueva subterránea debido a un derrumbe.

Max sabía que era peligroso entrar allí, pero también sabía que tenía que hacer algo para ayudarlos. Así que decidió arriesgarse e ingresar a la cueva junto al sapo para rescatarlos.

Con mucho esfuerzo y coraje, lograron sacar a toda la familia de conejos sanos y salvos. Los conejos estaban muy agradecidos con ellos y les ofrecieron su amistad para siempre.

Desde ese día en adelante, Max aprendió dos grandes lecciones: la importancia de ayudar a los demás sin importar las dificultades y la fuerza que se puede obtener al trabajar en equipo.

Y así, con el corazón lleno de alegría y gratitud, Max regresó a casa junto a su familia y se durmió feliz sabiendo que había hecho algo bueno por alguien más.

FIN.

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