El valor de Rebeca

Rebeca era una niña muy alegre y sociable, le encantaba jugar con sus amigos y aprender cosas nuevas. Sin embargo, un día, comenzó a sentir un gran temor de entrar a la escuela.

Al principio, no entendía por qué se sentía así, pero cada vez que se acercaba la hora de ir a clases, su corazón se aceleraba y su estómago se retorcía. "¿Qué sucede, Rebeca?", preguntaba su mamá al verla tan preocupada.

"No lo sé, mamá, simplemente no quiero ir a la escuela, me da miedo", respondía Rebeca con tristeza. Sus padres intentaron consolarla y entender lo que ocurría, pero Rebeca no lograba explicar su temor.

Decidieron hablar con la maestra de Rebeca, la señorita Ana, para buscar una solución. La señorita Ana escuchó atentamente a Rebeca y sus padres, y les dijo: "A veces, cuando enfrentamos algo nuevo, como empezar otra etapa en la escuela, podemos sentir miedo o inseguridad.

Pero quiero que sepas que aquí estás rodeada de amigos y adultos que te cuidan y te quieren". Sus palabras calaron hondo en Rebeca. Al día siguiente, la señorita Ana acompañó a Rebeca a la puerta de la escuela y le dio un abrazo.

"Vas a tener un gran día, Rebeca, estoy segura", le dijo con una sonrisa. Con el apoyo de su maestra y la seguridad de sus padres, Rebeca empezó a sentirse mejor.

Poco a poco, su miedo fue desapareciendo y volvió a disfrutar de ir a la escuela, jugar con sus amigos y aprender cosas nuevas. Descubrió que, aunque a veces sintiera temor, siempre habría personas dispuestas a ayudarla y a brindarle su apoyo.

Rebeca aprendió a valorar el coraje que llevaba dentro y a enfrentar los desafíos con una sonrisa en el rostro.