El Valor de Ser Diferente


Había una vez un pequeño pollo llamado Super Pollo. Vivía en un granero junto a sus hermanos, quienes todos tenían superpoderes increíbles. Uno podía volar, otro tenía súper fuerza y el tercero podía lanzar fuego por la boca.

Pero Super Pollo no tenía ningún poder especial y se sentía muy triste por eso.

Un día, cansado de sentirse diferente y sin poderes, Super Pollo decidió dejar el granero en busca de una vida donde no tuviera que pasar vergüenza por ser —"normal" . Caminó durante mucho tiempo hasta que llegó a un bosque encantado. Mientras caminaba entre los árboles, se encontró con una bruja misteriosa.

La bruja le preguntó qué le pasaba y Super Pollo le contó su triste historia. La bruja, conmovida por su situación, decidió ayudarlo. "-Querido Super Pollo, te concederé tus deseos y te daré superpoderes por un día", dijo la bruja con una sonrisa amable.

Super Pollo no podía creer lo que estaba escuchando. ¡Finalmente tendría la oportunidad de ser como sus hermanos! Estaba emocionado y agradecido con la bruja. La bruja pronunció unas palabras mágicas y de repente, Super Pollo sintió una energía extraña recorrer todo su cuerpo.

Se dio cuenta de que ahora tenía el poder del rayo en sus alas. Lleno de alegría e ilusión, Super Pollo comenzó a volar alto en el cielo azul. Disparaba rayos desde sus alas mientras surcaba el aire.

Se sentía poderoso y feliz, por fin había encontrado su lugar en el mundo. Pero a medida que pasaban las horas, Super Pollo comenzó a darse cuenta de algo importante. No necesitaba tener superpoderes para ser especial.

Lo que realmente importaba era ser él mismo y aceptarse tal como era. Entonces, decidió regresar al granero junto a sus hermanos. Los encontró jugando y demostrando sus increíbles habilidades.

Pero esta vez, Super Pollo no se sintió avergonzado ni triste, porque había descubierto su propio valor. "-¡Hermanos! ¡Miren lo que puedo hacer!", exclamó Super Pollo con entusiasmo. Todos los hermanos se quedaron asombrados al ver los rayos saliendo de las alas de Super Pollo.

Era algo nuevo y emocionante para ellos también. A partir de ese día, Super Pollo entendió que cada uno tiene su propio talento y que todos somos especiales a nuestra manera.

Aunque no tuviera poderes todo el tiempo, sabía que siempre podía encontrar la fuerza dentro de sí mismo para enfrentar cualquier desafío. Y así, juntos, los hermanos pollos vivieron aventuras increíbles mientras aprendían la importancia de la diversidad y la aceptación.

Cada uno descubrió sus propias fortalezas y se apoyaron mutuamente en todo momento. Desde entonces, Super Pollo supo que aunque pudiera volar por el cielo o lanzar fuego desde su boca solo por un día, siempre sería especial sin importar qué.

Y eso es lo más importante: amarnos a nosotros mismos tal como somos y valorar lo que nos hace únicos.

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