El valor de ser único



Había una vez en la selva un monito llamado Renato. Renato era muy lindo y inteligente, pero a diferencia de los demás monitos de su manada, a él no le gustaba jugar todo el tiempo.

En lugar de eso, prefería resolver acertijos matemáticos y leer libros debajo de un árbol. Renato era distinto a los demás monitos. Tenía una curiosidad insaciable por aprender cosas nuevas y siempre estaba buscando respuestas a preguntas complicadas.

Sin embargo, esto hacía que se sintiera solo a veces, ya que los otros monitos no entendían su pasión por las matemáticas y la lectura. Pero Renato tenía una amiga muy especial llamada Ámbar.

Ámbar también era diferente a los demás monitos, ya que valoraba la inteligencia y la bondad por encima de todo. Ella veía en Renato mucho más de lo que los demás podían ver: un corazón noble y una mente brillante.

Un día, mientras Renato estaba resolviendo un problema matemático debajo de su árbol favorito, Ámbar se acercó con una sonrisa en el rostro. - ¡Hola Renato! ¿Qué estás haciendo? -preguntó curiosa. Renato levantó la mirada de su libro y sonrió al ver a su amiga.

- Hola Ámbar, estoy tratando de resolver este acertijo matemático. Es bastante complicado, pero me encantan los desafíos. Ámbar se sentó junto a él y observó atentamente el problema. - ¡Vaya! Eres realmente bueno en matemáticas, Renato.

Esa es una cualidad increíble. Renato se ruborizó ante el halago de su amiga. - Gracias Ámbar. A veces siento que soy diferente a los demás monitos... no logro encajar del todo. Ámbar le tomó la mano con cariño.

- No te preocupes por eso, Renato. Ser diferente es algo maravilloso. Tú tienes habilidades únicas que te hacen especial. Renato sonrió emocionado al escuchar las palabras reconfortantes de Ámbar. - ¿De verdad crees eso? Ámbar asintió con firmeza.

- Claro que sí. Y sabes qué? Creo que es hora de mostrarle a nuestra manada lo genial y bueno que eres realmente. Renato dudaba un poco pero confiaba plenamente en su amiga Ámbar.

Juntos idearon un plan para demostrarles a todos lo valioso que era Renato para la comunidad. Al día siguiente, durante la reunión semanal de la manada, Ámbar tomó la palabra frente a todos los monitos.

- ¡Atención! Quiero presentarles a alguien muy especial: mi amigo Renato. Todos los monitos voltearon sorprendidos al ver a Renato parado junto a Ámbar. - Hola amigos -saludó tímidamente Renato-.

Soy diferente porque me apasionan las matemáticas y la lectura, pero también tengo mucho amor para compartir con todos ustedes. Los monitos comenzaron murmurar entre ellos, algunos sorprendidos por las palabras de Renatoy otros mostrando interés en sus habilidades únicas. Ámbar continuó hablando con orgullo:- Renatoha demostrado ser valiente al ser fiel asu mismo aún cuando es difícil.

Él nos enseñaque cada uno tiene algo especialy valioso para ofrecer al mundo si nos abrimos para conocerlo mejorLos monitosestallaronen aplausosy ovacionesparaRenatopordemostrarlesuna forma distinta deser único e irrepetible. A partirde ese momento, Renatofue aceptadopor sumanaday vistocon admiraciónpor sushabilidades especiales.

Pero lo másimportante, fuedescubrir quetenerunamigo comoRenatosignificabapodercrecery aprenderjuntos, enriqueciendolas vidasde todala comunidadmonitacon suluzinteriorúnica. Este fueel comienzodegrandesybellasaventurasparaRenatoyÁmbarenlasquelavidalos llenaría desorpresasy alegrías, sin olvidarque laverdaderavaloraciónseencuentraenla diversidaddeloseresseresqueridosyparaquieneslos rodean. "

FIN.

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