El valor de ser único


En un tranquilo pueblo vivía una familia con cinco integrantes. Los padres, dos hermanas rubias de ojos verdes y una pequeña pelirroja de ojos azules llamada Rouge.

A pesar de ser una niña llena de alegría y bondad, Rouge sufría las burlas y la exclusión de sus hermanas debido a su aspecto diferente. "¿Por qué eres tan distinta?", solían preguntarle. Rouge, entristecida, se refugiaba en el jardín de su casa, donde cultivaba flores de todos los colores.

Un

día, mientras cuidaba sus flores, conoció a una mariposa azul que tenía una sola ala. La mariposa le contó que siempre había sido diferente a las demás, pero que eso no la detenía para volar y disfrutar la vida.

Rouge se sintió identificada con la mariposa y decidió seguir su ejemplo. Comenzó a apreciar su singular belleza y a ignorar las burlas de sus hermanas, demostrándoles con bondad que la diferencia no era algo malo.

Sus padres, al ver la valentía de Rouge, la apoyaron y enseñaron a sus hermanas el valor de la diversidad y el respeto.

Con el tiempo, Rouge se convirtió en un ejemplo para todos en el pueblo.

Su jardín se llenó de flores de colores diversos, atrayendo a personas de todas partes para admirar su belleza. Las hermanas de Rouge, inspiradas por su valor, comenzaron a apreciar las diferencias en los demás y a respetar a quienes eran únicos.

Rouge comprendió que, al igual que las flores en su jardín, cada persona es especial a su manera, y eso es lo que hace el mundo más hermoso.

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