El valor de ser uno mismo
Benjamin era un chico muy especial. Era peruano y siempre había sido diferente a los demás niños de su edad.
Él no sabía exactamente qué era lo que lo hacía tan diferente, pero sentía que algo en él no encajaba con las normas establecidas. Un día, mientras jugaba con sus amigos en el parque, Benjamin se dio cuenta de que se sentía atraído por uno de ellos.
No entendía por qué, pero le gustaba estar cerca de él y hablar con él más que con cualquier otra persona. Pero al mismo tiempo, Benjamin sabía que esto no era algo aceptado por todos.
Había oído comentarios despectivos sobre personas como él y temía ser rechazado si alguien descubría su secreto. Así que decidió guardar sus sentimientos para sí mismo y seguir adelante como si nada hubiera pasado. Pero pronto descubrirá que es imposible mantener una parte tan importante de sí mismo oculta para siempre.
"Hola Benja ¿Qué te pasa? Estás muy callado hoy" - preguntó su amigo Mateo mientras jugaban al fútbol. "Nada... solo estoy pensando en cosas" - respondió Benjamin evasivamente.
"Vamos Benja, cuéntanos qué te pasa" - dijo Martina uniéndose a la conversación. "No es nada importante" - insistió Benjamin tratando de disimular su incomodidad. Pero sus amigos notaron algo extraño en él esa tarde.
Algo les decía que había algo más detrás del silencio y la reserva de su amigo. Poco después, cuando regresaron a casa, Benjamin siguió pensando en cómo contarles la verdad a sus amigos. Pero cada vez que intentaba hacerlo, se le cerraba la garganta y no podía decir nada.
Fue entonces cuando decidió buscar ayuda en alguien que pudiera entender lo que estaba pasando. Buscó información en internet y leyó historias de personas como él, que habían pasado por lo mismo y habían encontrado el valor para aceptarse a sí mismos.
Poco a poco, Benjamin empezó a sentirse más seguro de sí mismo. Aprendió que ser diferente no era algo malo, sino todo lo contrario: era una oportunidad para crecer y encontrar su propio camino en la vida.
Finalmente, un día decidió contarle la verdad a sus amigos. Se sentaron juntos en el parque y les explicó cómo se sentía realmente por dentro.
Para su sorpresa, sus amigos lo aceptaron tal como era y le dijeron que siempre estarían allí para apoyarlo. Desde ese día, Benjamin se sintió libre de ser quien realmente era. Ya no tenía miedo de mostrar su verdadero yo ante los demás.
Y aunque sabía que todavía había muchos desafíos por delante, estaba seguro de poder enfrentarlos con valentía y determinación. La historia de Benjamin es una inspiración para todos aquellos niños (y adultos) que sienten diferentes o excluidos por alguna razón.
Nos recuerda la importancia de aceptarnos a nosotros mismos tal como somos y buscar apoyo en aquellos amigos o familiares que nos aman incondicionalmente.
FIN.