El Valor de Ser Uno Mismo
En una pequeña ciudad cercana a las sierras, vivían dos amigos muy especiales: Tomás y Lucas. Tomás era un niño inquieto, aventurero y siempre dispuesto a hacer reír a los demás. Lucas, por otro lado, era más tranquilo, reflexivo y le gustaba observar el mundo a su alrededor. A pesar de sus diferencias, eran inseparables y siempre se divertían juntos.
Un día, en el colegio, Tomás y Lucas escucharon a otros niños burlarse de una niña llamada Sofía por cómo vestía. Tomás se enojó mucho y quiso defender a Sofía, pero Lucas le dijo:
- Tranquilo, Tomás, no podemos hacer que todos piensen como nosotros.
Tomás, sin entender la postura de su amigo, decidió hablar con Sofía para animarla. Descubrió que Sofía se sentía triste por las burlas de los demás, pero también que le gustaba vestirse de manera única para expresar su personalidad. Tomás se sintió conmovido por la valentía de Sofía.
Esa misma tarde, Tomás le dijo a Lucas:
- Creo que podemos hacer algo para ayudar a Sofía a sentirse mejor. Podemos organizar un desfile de moda en el que todos podamos vestirnos como queramos, sin miedo a ser juzgados.
Lucas dudó un momento, pero finalmente aceptó la propuesta. Juntos, organizaron el evento y lo anunciaron en la escuela. En poco tiempo, todos los niños se entusiasmaron con la idea y comenzaron a preparar sus atuendos más originales.
El día del desfile, la escuela se llenó de alegría y color. Sofía lucía radiante con su traje hecho a mano, y Tomás y Lucas se sentían orgullosos de haber promovido el respeto por la individualidad de cada persona. Al final del evento, Sofía les agradeció con una enorme sonrisa y les dijo:
- Gracias por ayudarme a sentirme bien conmigo misma. Ahora sé que ser diferente es algo hermoso.
Desde ese día, Tomás y Lucas entendieron que la dignidad de cada persona radica en respetar su identidad sin juzgarla, y aprendieron que la verdadera amistad es apoyar y valorar las diferencias de los demás.
FIN.