El valor de Trompitas

Había una vez en la selva un elefante llamado Trompitas, que era muy amable y servicial.

Todos los animales acudían a él cuando necesitaban ayuda para alcanzar frutas del árbol más alto, ya que con su larga trompa podía llegar a lugares inaccesibles para los demás. Un día, mientras Trompitas ayudaba a los monos a recolectar plátanos, escuchó una conversación entre ellos.

"-¿Por qué siempre debemos pedirle ayuda al elefante? ¡Ya me cansé de depender de él!", dijo uno de los monos. "-Tienes razón. Sería genial si pudiéramos encontrar una solución por nosotros mismos", respondió otro mono. Estas palabras entristecieron a Trompitas. Se sentía utilizado y no quería ser solo el "elefante escalador".

Decidió alejarse un poco de la selva y encontró un lindo claro donde decidió descansar y reflexionar. Mientras tanto, en la jungla, los demás animales comenzaron a darse cuenta de lo mucho que extrañaban a Trompitas.

Sin su ayuda, se estaban perdiendo muchas frutas deliciosas que antes disfrutaban juntos. Los monos intentaron trepar por sí mismos, pero no lograron alcanzar las ramas más altas.

"-¡Qué tonto fui al pensar que podíamos prescindir del elefante! Necesitamos su ayuda más que nunca", admitió uno de los monos arrepentido. Los animales decidieron buscar a Trompitas y pedirle perdón por haberlo excluido. Lo encontraron en el claro, con la mirada triste y pensativo.

"-Trompitas, ¡por favor vuelve con nosotros! Nos dimos cuenta de lo importante que eres para todos", le rogó el jefe de los monos. Trompitas sonrió al escuchar las disculpas sinceras de sus amigos animales y aceptó regresar con ellos a la selva.

Desde ese día, todos trabajaron juntos como un verdadero equipo. Los pájaros le avisaban dónde había frutas maduras, los monos trepaban árboles más bajitos y el elefante usaba su trompa para alcanzar las frutas más altas.

La colaboración entre todos hizo que la recolección fuera mucho más eficiente y divertida. Al final del día, compartían las frutas con una gran cena en comunidad donde celebraban su amistad y trabajo en equipo.

Así, Trompitas aprendió que es maravilloso ayudar a los demás siempre que sea valorado por ello; mientras que los demás entendieron lo importante que es apreciar y respetar las habilidades únicas de cada uno. Juntos descubrieron que la verdadera magia está en trabajar unidos hacia un objetivo común.