El valor de un abrazo



Había una vez un niño llamado Mateo, que tenía una relación muy especial con su papá. Juntos jugaban al fútbol, construían castillos de lego y contaban historias antes de dormir.

Para Mateo, su papá era su héroe y su mejor amigo. Un día, algo inesperado ocurrió en la vida de Mateo: sus padres decidieron separarse y empezar un proceso de divorcio.

Al principio, Mateo no entendía muy bien qué significaba eso, pero pronto se dio cuenta de que las cosas iban a cambiar. "¿Papá se va a ir de casa?", preguntó Mateo con tristeza en sus ojos. "Sí, hijo. Papá va a vivir en otro lugar", respondió su papá con voz serena.

Mateo sintió un nudo en la garganta y las lágrimas empezaron a brotar. Le dolía mucho pensar en no poder ver a su papá todos los días como solían hacerlo. Los días pasaron y Mateo comenzó a adaptarse a esta nueva realidad.

Aunque extrañaba a su papá cuando no estaba cerca, descubrió que aún podían pasar tiempo juntos los fines de semana y hablar por teléfono todas las noches antes de dormir.

Una tarde, mientras paseaban por el parque, el papá de Mateo le dijo:"Sabes, hijo, aunque las cosas hayan cambiado entre mamá y yo, siempre estaré aquí para ti. Siempre seré tu papá y nunca dejaré de amarte".

Las palabras reconfortantes de su papá llenaron el corazón de Mateo de alegría y esperanza. Comprendió que el amor entre ellos seguía intacto a pesar de la distancia física. Con el tiempo, Mateo aprendió a valorar los momentos que compartía con cada uno de sus padres por separado.

Descubrió que podía disfrutar actividades diferentes con cada uno y que ambos lo amaban profundamente. Un día soleado, durante una visita al zoológico con su mamá, vio un cartel que decía: "La familia es donde está el amor".

Esa frase resonó en lo más profundo del corazón de Mateo y comprendió que una familia puede tener muchas formas diferentes; lo importante es el amor que se comparte.

Desde ese día en adelante, Mateo supo que podía seguir siendo feliz incluso si sus padres ya no estaban juntos. Había aprendido a enfrentar los desafíos del divorcio con valentía y amor en su corazón.

Y así fue como Mateo descubrió que el amor familiar puede trascender cualquier dificultad y que siempre habría un lugar especial en su corazón para su querido papá, sin importar dónde estuviera.

FIN.

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