El valor del amor


. El trabajo de papá era muy difícil, se levantaba temprano y volvía tarde a casa, pero siempre con una sonrisa en su rostro al ver a sus dos hijos esperándolo en la puerta.

Un día, mientras papá estaba trabajando en la fábrica, un hombre llamado Sr. Rico vino a visitarlo. —"Hola" , dijo el Sr.

Rico con una sonrisa astuta en su cara, "he oído hablar mucho de ti y estoy dispuesto a ofrecerte un trabajo mejor pagado". Papá estaba emocionado por esta oportunidad y aceptó sin pensarlo dos veces. Pero cuando llegó a casa esa noche para contarles la noticia a sus hijos, los encontró tristes y preocupados. "¿Qué pasa chicos?", preguntó papá.

"Nada" , respondió Maxi con lágrimas en los ojos. "Nacho no se siente bien", agregó Maxi. Papá inmediatamente fue corriendo hacia la habitación de Nacho para ver qué pasaba. Nacho tenía fiebre alta y dolor de cabeza.

"Papá no te preocupes por mí", dijo Nacho débilmente, "ve a trabajar mañana". Pero Papá sabía que no podía dejar a su hijo enfermo solo en casa mientras él iba al trabajo. Así que decidió rechazar el trabajo del Sr.

Rico y quedarse en casa cuidando de sus hijos hasta que Nacho se recuperara completamente. A medida que pasaban los días, Papá comenzó a disfrutar más tiempo con sus hijos: jugaban juntos, cocinaban juntos e incluso hacían tareas del hogar juntos.

Y aunque el dinero era escaso, nunca les faltaba amor y compañía. Finalmente, Nacho se recuperó y Papá volvió a trabajar en la fábrica. Pero esta vez, algo había cambiado.

Había aprendido que el dinero no lo es todo en la vida y que lo más importante era estar allí para sus hijos, sin importar las circunstancias.

Y así, Maxi y Nacho aprendieron una valiosa lección: el amor de un padre es mucho más valioso que cualquier cantidad de dinero.

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