El valor del amor propio
En un hermoso pueblo, vivía una chica llamada Lola. Ella era rubia, con ojos brillantes y una sonrisa contagiosa. Un día, en la escuela, conoció a un chico de lentes llamado Pablo. Desde el primer momento, Lola se enamoró de la risa de Pablo, sus ojos avispados y su inteligencia. Sin embargo, Pablo estaba confundido y no sentía lo mismo por Lola.
Lola, decidida a conquistar el corazón de Pablo, le escribió un poema confesándole su amor. Pero desafortunadamente, Pablo no correspondía sus sentimientos, lo que le rompió el corazón a Lola. Ella se sentía triste, desanimada y sola. No entendía por qué Pablo no sentía lo mismo que ella.
Un día, la maestra de Lola le contó una hermosa historia sobre una mariposa que se sentía triste porque no le correspondían el amor. La mariposa había sacrificado su propio valor por el afecto de otro. Lola entendió que ella era como la mariposa, había sacrificado su amor propio por el afecto de Pablo.
Con el corazón roto, Lola decidió seguir adelante. Aprendió a quererse a sí misma y a reconocer su propio valor. Descubrió que merecía a alguien que la amara tal como era, sin pedirle que cambiara.
Con el tiempo, Lola conoció a un chico que la valoraba y la amaba de verdad. Compartían risas, paseos y descubrían el mundo juntos. A pesar de la tristeza pasada, Lola encontró la felicidad en el amor propio.
Y Pablo, después de ver la valentía y la fortaleza de Lola, se dio cuenta de lo mucho que había perdido. Se lamentó por no haber valorado el amor de Lola cuando lo tuvo. Aprendió que el amor no se trata solo de recibir, sino también de dar.
Desde ese día, Pablo decidió esforzarse por convertirse en una mejor persona, aprendió a valorar y respetar a los demás. Y aunque perdió a Lola, encontró la verdadera amistad y amor en su camino.
La historia de Lola y Pablo nos enseña la importancia del amor propio, la valentía de seguir adelante y el valor de aprender de los errores. A veces, las decepciones nos llevan a descubrir nuestro propio valor y a encontrar la felicidad en el amor propio.
Fin
FIN.