El valor del aprendizaje



La señora Marta era una madre cariñosa y dedicada, pero sentía que le faltaba algo en su vida. Quería aprender algo nuevo para enseñar a sus hijos y sentirse realizada.

Un día, vio un anuncio sobre clases de pintura y decidió inscribirse. Al principio, le costaba mucho agarrar el pincel y plasmar sus ideas en el lienzo. Pero con esfuerzo y dedicación, fue mejorando día a día. Sus hijos la veían practicar y se sentían orgullosos de su mamá.

Finalmente, la señora Marta logró pintar un hermoso paisaje que llenó de alegría a su familia. Aprendió que nunca es tarde para aprender algo nuevo y que el esfuerzo vale la pena.

Desde entonces, se animó a probar otras actividades y siempre les transmitió a sus hijos la importancia del aprendizaje y la perseverancia.

FIN.

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