El valor del compromiso



En una pequeña escuela, había un maestro muy talentoso llamado Don Carlos. Sus estudiantes lo adoraban porque enseñaba de forma muy divertida y creativa, pero tenía un gran defecto: nunca llegaba a tiempo a la escuela. Los niños tenían que esperarlo pacientemente todas las mañanas, y esto causaba muchos problemas. Los directores le llamaban la atención, pero él no cambiaba su conducta.

Un día, cansados de llegar tarde a sus clases, los estudiantes decidieron hablar con Don Carlos. -Don Carlos, nos encantan tus clases, pero siempre llegas tarde y tenemos que esperarte. A veces nos perdemos tiempo de aprendizaje, - le dijeron los niños con tristeza. Don Carlos reflexionó sobre las palabras de sus alumnos y se dio cuenta de que estaba fallando en su compromiso con ellos.

Decidido a cambiar, Don Carlos se propuso llegar temprano a la escuela a partir de ese día. Aunque le costó mucho esfuerzo, logró cumplir su promesa. Los directores lo felicitaron, y sus estudiantes estaban encantados de no tener que esperarlo más.

Con el tiempo, Don Carlos notó que su compromiso no solo mejoraba su relación con los estudiantes, sino también su forma de enseñar. Descubrió que al llegar temprano, tenía más tiempo para preparar clases aún más interesantes y llenas de sorpresas. Los niños estaban felices, y él se sentía realizado como maestro.

Gracias a su compromiso, Don Carlos se convirtió en un ejemplo para sus estudiantes. Les enseñó que el compromiso y la responsabilidad son cualidades fundamentales en la vida, y que cumplir con ellas trae grandes recompensas.

Desde aquel día, Don Carlos nunca volvió a llegar tarde, y su dedicación lo convirtió en uno de los maestros más queridos de la escuela.

FIN.

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