El valor del esfuerzo




Luciana era una niña muy activa, siempre estaba corriendo de un lado a otro, explorando y descubriendo nuevas cosas. Su papá, Omar, trabajaba como médico en el hospital, y su mamá, Cam, era una enfermera. Ambos trabajaban en turnos de 24 horas, dedicando su vida a cuidar a los demás.

Un día, Luciana regresó a casa y encontró a su mamá muy cansada, con una mirada triste y agotada en su rostro. '-¿Qué te pasa, mamá? ¿Estás bien?' preguntó Luciana preocupada. '-Estoy bien, solo un poco cansada por el trabajo', respondió su mamá con una sonrisa forzada.

'Tu papá también trabaja mucho. A veces pasa todo el día y la noche en el hospital cuidando a los enfermos', agregó su mamá. Luciana se quedó pensativa, nunca se había detenido a pensar en el sacrificio y esfuerzo que sus padres dedicaban a su trabajo.

Esa noche, cuando su papá regresó a casa, Luciana lo esperaba con una sorpresa. Le preparó una tarjeta con un dibujo de un doctor y una enfermera, y escribió 'Gracias por cuidar a los demás'. Omar se emocionó al ver el gesto de su hija y la abrazó con cariño. '-¿Hiciste esto para mí?' preguntó sorprendido. '-Sí papá, quiero que sepas lo orgullosa que estoy de ti y mamá por su trabajo', respondió Luciana con una sonrisa.

Desde ese día, Luciana comenzó a comprender la importancia del esfuerzo y dedicación en el trabajo. Apreciaba más a sus padres y valoraba su labor en el hospital. Ella misma decidió esforzarse en la escuela y en sus actividades, sabiendo que el esfuerzo siempre trae recompensas.

Con el tiempo, Luciana se convirtió en una niña más comprensiva y agradecida, inspirando a otros con su actitud positiva y respeto por el trabajo duro de quienes la rodeaban.

FIN.

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