El valor del nene frente a los monstruos

Había una vez un nene llamado Pedro, quien vivía en un pequeño pueblo rodeado de montañas. Desde que era muy chiquito, Pedro tenía miedo a los monstruos.

Cada noche, al apagar la luz, su imaginación le jugaba malas pasadas y veía sombras y escuchaba ruidos que lo asustaban. "Mamá, papá, hay monstruos en mi habitación", gritaba Pedro todas las noches.

Sus padres entraban corriendo y encendían la luz para mostrarle que no había nada allí, pero el miedo de Pedro no desaparecía. Un día, la abuela de Pedro le regaló un libro sobre un valiente caballero que luchaba contra los monstruos. Pedro leyó el libro una y otra vez, y comenzó a sentir una chispa de valentía dentro de él.

Decidió que no quería ser un niño asustado toda su vida. "Mañana voy a enfrentar a los monstruos y demostrarles que soy valiente", anunció Pedro a su familia. A la noche siguiente, Pedro se preparó para la batalla.

Armado con una linterna y su libro de caballeros valientes, cerró los ojos y respiró hondo. "Es hora de enfrentar mis miedos", se dijo a sí mismo. Con valentía, Pedro apagó la luz y se adentró en la oscuridad.

Al principio, temblaba de miedo, pero recordó las historias de valentía de su libro y se llenó de coraje. "¡Aquí estoy, monstruos! ¡No les tengo miedo!", exclamó Pedro. Para su sorpresa, no había monstruos en su habitación.

En lugar de eso, vio que las sombras eran simplemente sus juguetes y que los ruidos eran sólo el viento y los grillos. Pedro se sintió aliviado y feliz al darse cuenta de que su valentía había vencido a sus miedos.

Desde esa noche, Pedro durmió tranquilo y, cada vez que sentía miedo, recordaba que había enfrentado a los monstruos y los había vencido.

Con el tiempo, Pedro se convirtió en un ejemplo de valentía para todos los niños del pueblo, inspirándolos a enfrentar sus propios miedos. Y así, el nene que tenía miedo a los monstruos se convirtió en un niño valiente, dispuesto a enfrentar cualquier desafío que la vida le presentara.