El valor del respeto
Milton era un niño pequeñito, de ojos verdes y cabello claro, que vivía con su mamá, rubia de pelo ondulado largo y ojos marrones, y su papá, de cabello castaño oscuro y ojos verdes.
Un día, Milton conoció a Yola, su vecina anciana. Yola era una mujer amable y sabia, pero a menudo era ignorada por los demás vecinos.
Al principio, Milton no tenía mucho interés en pasar tiempo con ella, pero su mamá le dijo: 'Milton, es importante mostrar respeto a nuestros mayores. Ellos tienen mucho que enseñarnos'. Con estas palabras en mente, Milton decidió acercarse a Yola y preguntarle sobre su vida. - 'Hola, Yola. ¿Cómo estás hoy?' - saludó Milton.
Yola, sorprendida, respondió: '¡Hola, querido! Estoy bien, gracias por preguntar'. A lo largo de las semanas, Milton siguió visitando a Yola, escuchando sus historias y aprendiendo lecciones valiosas de vida.
Con el tiempo, Milton descubrió que Yola había vivido muchas experiencias increíbles y que su sabiduría era invaluable. Además, con cada visita, Yola se emocionaba mucho de ver que alguien le prestaba atención y la respetaba. Un día, Milton presenció a otros niños faltándole el respeto a Yola.
En ese momento, recordó las palabras de su mamá y decidió intervenir. Les explicó a los otros niños la importancia de respetar a los mayores y de escuchar sus historias. Poco a poco, los demás niños comenzaron a disfrutar de la compañía de Yola y a respetarla también.
Al final, la amistad de Milton con Yola no solo le enseñó el valor del respeto, sino que también inspiró a toda la comunidad a honrar y valorar a sus mayores.
Desde entonces, Yola se convirtió en una parte querida de la vida de todos los vecinos, y Milton aprendió que el respeto es un regalo que puede cambiar vidas.
FIN.