El valor del respeto en la escuela



En la Escuela Primaria Buenos Amigos, todos los alumnos, docentes y compañeros sabían que el respeto era un valor muy importante. La directora, la Sra. Marta, siempre recordaba en cada asamblea la importancia de respetar a los demás.

Un día, llegó a la escuela un nuevo alumno, Lucas. Lucas era muy bueno jugando al fútbol, pero no parecía entender la importancia del respeto. Siempre empujaba a sus compañeros y les gritaba cuando perdían. Los otros alumnos empezaron a evitarlo, y Lucas se sentía muy solo.

Un día, la maestra Laura decidió hablar con los alumnos sobre el respeto. Les contó la historia de un mago que vivía en un castillo encantado. El mago enseñaba a todos el hechizo secreto del respeto, pero nadie sabía cuál era.

"¿Cómo creen que se hace el hechizo del respeto?", les preguntó la maestra.

Los alumnos se pusieron a pensar y, de repente, un nene levantó la mano y dijo: "Creo que el hechizo del respeto se hace tratando a los demás como nos gustaría que nos traten a nosotros".

"¡Eso es!", exclamó la maestra. "El respeto es tratar a los demás con amabilidad, escuchar sus opiniones y ser considerado con sus sentimientos".

Desde ese día, los alumnos de la Escuela Primaria Buenos Amigos practicaron el hechizo del respeto. Comenzaron a incluir a Lucas en sus juegos y actividades, y pronto descubrieron que tenían muchas cosas en común. Lucas empezó a respetar a sus compañeros y a disfrutar de su compañía.

La directora, la Sra. Marta, notó el gran cambio en la escuela y decidió recompensar a los alumnos. Organizó un gran festival donde todos pudieron mostrar sus habilidades y talentos. Lucas participó en un partido de fútbol y, en lugar de empujar a sus compañeros, los alentó y los felicitó por su esfuerzo. Al final, la escuela entera los aplaudió por su comportamiento respetuoso.

Desde ese día, la Escuela Primaria Buenos Amigos se convirtió en un lugar donde el respeto y la amistad reinaban, y todos los alumnos, docentes y compañeros se sentían felices de pertenecer a esa gran familia.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!