El vendedor de tortugas


En un pequeño pueblo de Argentina vivía un amable vendedor de animales llamado Don Manuel. Don Manuel tenía una gran colección de tortugas a las que cuidaba con mucho cariño.

Un día, llegó al pueblo una familia buscando una mascota, y al ver las hermosas tortugas en el jardín de Don Manuel, decidieron comprar una. El vendedor, sin embargo, se entristeció al escuchar que la familia no tenía suficiente dinero para pagar la tortuga.

"Lo siento mucho, pero no me alcanza con lo que me ofrecen", dijo Don Manuel con pesar. La familia, desilusionada, se aprestaba a marcharse cuando un niño pequeño se acercó tímidamente a Don Manuel.

"Señor, ¿podría venderme la tortuga por la mitad de lo que piden? Es que no tengo mucho, pero prometo cuidarla y quererla mucho", dijo el niño con ojitos brillantes. Don Manuel, conmovido por la determinación y el amor del niño, sonrió y asintió. "Está bien, es tuya.

Pero recuerda siempre cuidarla y amarla mucho", le dijo entregándole la tortuga. El niño, radiante de alegría, agradeció emocionado y se marchó con su nueva mascota.

Desde ese día, la bondad de Don Manuel se hizo famosa en el pueblo, y más familias comenzaron a comprar animales en su tienda, donde siempre encontraban una sonrisa y palabras amables. Y el niño, cumplió su promesa, cuidando y amando a su tortuga por muchos años, inspirando a otros a hacer lo mismo.

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