El verdadero tesoro


Maite era una niña muy especial. Desde que tenía memoria, había soñado con ir a Disney. A menudo, se sentaba en su cama y miraba fotos de los personajes de Disney y las atracciones del parque temático.

Un día, mientras Maite estaba jugando en el patio trasero de su casa, su madre se acercó a ella. —"Maite" , dijo su madre con una sonrisa dulce en su rostro, "cuando cumplas 15 años, te llevaré a Disney".

Maite no podía creer lo que acababa de escuchar. Su corazón saltó de alegría y emoción. Ella sabía que tenía muchos años por delante antes de poder viajar al lugar más mágico del mundo, pero eso no la detuvo.

Cada noche antes de dormir, cerraba los ojos e imaginaba todas las cosas maravillosas que vería cuando finalmente llegara el día. Los años pasaron rápidamente y Maite se convirtió en una adolescente brillante y feliz.

El día después de su cumpleaños número 15, ella despertó temprano llena de energía porque sabía que ese era el día en el que finalmente viajarían a Disney. Su madre la llevó al aeropuerto y juntas abordaron un avión rumbo a Orlando, Florida.

Durante todo el vuelo, Maite no podía dejar de sonreír mientras pensaba en todo lo emocionante que les esperaba. Cuando llegaron al parque temático ese mismo día por la tarde, Maite estaba tan emocionada que apenas podía contenerse.

Corrió hacia cada atracción con entusiasmo desenfrenado; gritando con alegría en cada subida y bajada. Cada personaje de Disney que se cruzaba en su camino la hacía sentir aún más feliz. Pero algo extraño comenzó a sucederle a Maite.

A medida que avanzaba el día, empezó a sentirse un poco triste. No podía entender por qué, pero sabía que algo no estaba bien. "¿Qué pasa Maite?"- preguntó su madre al notar la tristeza en sus ojos.

"No lo sé mamá"- respondió Maite con lágrimas en los ojos "He estado esperando esto durante tanto tiempo y ahora que finalmente estoy aquí, me siento vacía".

Su madre la abrazó con fuerza y le dijo: "Maite, has estado soñando con esto desde que eras una niña pequeña. Pero recuerda que los sueños son solo eso: sueños. La verdadera felicidad no está en cumplir tus deseos sino en disfrutar del momento presente".

Maite entendió lo que su madre quería decirle y decidió cambiar su actitud hacia el resto del viaje. En lugar de preocuparse por ver todo lo posible antes de irse, se centró en disfrutar cada momento sin importar cuál fuera.

Y así fue como Maite descubrió la verdadera magia de Disney; no fue solo acerca de las atracciones emocionantes o los personajes famosos, sino sobre estar presente y disfrutar plenamente del momento presente junto a las personas importantes para ella.

Al final del viaje, mientras regresaban al aeropuerto para volver a casa, Maite le dio las gracias a su madre por llevarla a Disney pero también por enseñarle una valiosa lección sobre la vida.

"Gracias mamá, aprendí que la verdadera felicidad no se encuentra en los sueños sino en el presente. Y estoy muy agradecida de haber vivido este momento contigo"- dijo Maite con una gran sonrisa.

La madre de Maite la abrazó con cariño y le respondió: "Estoy orgullosa de ti mi hija, eres más sabia de lo que piensas".

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