El verdulero y el misterio de las frutas desaparecidas
Había una vez en un pequeño pueblo, un amable verdulero llamado Don Tomás. Todos los días, Don Tomás se levantaba temprano para ordenar las frutas y verduras de su verdulería. Un día, mientras ordenaba las manzanas, empezó a contar en voz alta: "Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, ¡diez!" De repente, un destello mágico envolvió la tienda y las frutas y verduras desaparecieron misteriosamente.
Don Tomás, sorprendido, se puso en marcha para resolver el misterio. En su búsqueda, se encontró con la Señora Pera, una pera sabia y amable que le dijo: "Don Tomás, las frutas y verduras han sido llevadas al Reino de la Fantasía. Debes emprender un viaje para recuperarlas."
Decidido a resolver el enigma, Don Tomás se adentró en el bosque encantado. En su camino, se encontró con la banana parlante, quien le advirtió sobre los desafíos que enfrentaría. "Ten cuidado con el Kiwi Malvado y las Uvas Traviesas", dijo la banana antes de desaparecer en una nube de polvo amarillo.
Mientras avanzaba por el bosque, Don Tomás se encontró con el Kiwi Malvado, un kiwi con una mirada astuta. "No te llevarás nuestras frutas y verduras tan fácilmente", desafió el Kiwi. Con astucia y valentía, Don Tomás logró convencer al Kiwi de devolver las frutas y verduras, explicándole que eran necesarias para mantener la salud y felicidad de todos en el pueblo.
Al llegar al final del bosque, se topó con las Uvas Traviesas, quienes intentaron distraerlo con juegos y travesuras. Sin embargo, Don Tomás les recordó la importancia de trabajar juntos y cuidar del bienestar de todos. Conmovidas por sus palabras, las Uvas decidieron ayudarlo a llevar las frutillas y verduras de vuelta a la verdulería.
Finalmente, cuando Don Tomás regresó a su tienda con las frutas y verduras, una celebración estalló en todo el pueblo. Desde ese día, Don Tomás fue conocido como el valiente verdulero que había enfrentado los desafíos de la Fantasía para asegurar la alegría y la salud de su comunidad.
FIN.