El vestido de la verdadera belleza
Había una vez una pequeña princesa llamada Sarah, que tenía sólo 8 meses de edad. A pesar de su corta edad, Sarah era muy curiosa y aventurera.
Siempre estaba explorando el mundo a su alrededor y descubriendo cosas nuevas. Un día, mientras jugaba en su habitación del castillo real, Sarah encontró un hermoso vestido de princesa. Era rosa con detalles dorados y brillantes, y estaba adornado con diamantes de imitación.
Sarah se emocionó mucho cuando lo vio y decidió ponérselo. "¡Mamá! ¡Papá! Miren mi vestido nuevo!"- dijo Sarah mientras caminaba hacia la sala del trono donde estaban sus padres, el Rey y la Reina. "¡Oh, qué hermosa te ves!"- exclamaron ellos al verla.
Sarah estaba tan feliz con su nuevo vestido que decidió salir a dar un paseo por los jardines del castillo para mostrarlo a todos los demás. Pero pronto descubrió que no era fácil caminar con un vestido largo como ese.
"Ay, este vestido es muy incómodo"- se quejó mientras tropezaba sobre él varias veces. Justo en ese momento apareció un mago misterioso ante ella.
"Hola pequeña princesa ¿Qué te molesta?"- preguntó el mago curioso"Mi vestido es demasiado grande para mí"- respondió SarahEl mago sonrió bondadosamente y sacudió su varita mágica diciendo:"Abra cadabra, encoge tu tamaño"Y así fue como el vestido se ajustó perfectamente al cuerpo de la pequeña princesa sin dejar de ser hermoso.
"¡Wow! Muchas gracias, señor mago"- exclamó Sarah emocionada. "De nada, pequeña princesa. Pero recuerda que la belleza no está sólo en el exterior. Lo más importante es tener un corazón bondadoso y amable"- dijo el mago mientras desaparecía misteriosamente.
Sarah entendió entonces que lo más importante era su interior y decidió hacer cosas buenas por los demás. Ayudaba a los pobres, compartía sus juguetes con otros niños y siempre tenía una sonrisa en su rostro.
Con el tiempo, Sarah se convirtió en una princesa muy querida por todos, no sólo por su belleza externa sino también por su corazón bondadoso y generoso.
Y así vivió feliz para siempre junto a sus padres en el castillo real, recordando siempre las enseñanzas del mago mágico sobre la verdadera belleza del corazón.
FIN.