El Vestido Mágico de Cristal



Cristal era una niña muy alegre y divertida. Siempre llevaba consigo su mochila rosa, la cual estaba llena de sorpresas y aventuras.

Un día, mientras caminaba por el parque con su vestido favorito, se encontró con su amiga Luna. "¡Hola Cristal! ¡Qué bonito vestido tienes hoy!" -dijo Luna emocionada. "¡Gracias Luna! ¿Quieres jugar?" -respondió Cristal con una gran sonrisa en su rostro. Luna asintió emocionada y juntas comenzaron a explorar el parque.

Pero de repente, algo extraño ocurrió: el cielo se oscureció y empezó a llover torrencialmente. Las dos amigas buscaron refugio bajo un árbol cercano. "Oh no, ¿qué haremos ahora? No quiero que mi vestido se arruine" -dijo Cristal preocupada.

En ese momento, un hada apareció frente a ellas y dijo:"No te preocupes Cristal, tengo una solución para ti. Toma esta varita mágica y hazle un deseo".

Cristal tomó la varita mágica con cautela y cerrando los ojos hizo su deseo más profundo: "Deseo poder seguir jugando sin importar la lluvia". Al abrir los ojos, Cristal notó que algo había cambiado. Su vestido rosa pastel ahora tenía pequeñas gotas de agua brillante que caían sobre él como si fueran diamantes.

Además, había aparecido un arcoíris en el cielo.

Luna exclamó emocionada: "¡Wow! ¡Tu vestido es aún más especial ahora!"Cristal sonrió y se dio cuenta de que no importaba si su vestido se mojaba, lo importante era seguir disfrutando de la diversión. Juntas, saltaron en los charcos y bailaron bajo la lluvia. Mientras jugaban, encontraron a un conejito perdido en el parque. El conejito estaba asustado y no sabía cómo regresar a su madriguera.

Cristal y Luna decidieron ayudarlo. "No te preocupes, pequeño conejito. Te guiaremos hasta tu hogar" -dijo Cristal con ternura.

Siguiendo el arcoíris que había aparecido junto al vestido de Cristal, las tres amigas caminaron por un sendero mágico que las llevó directamente a la madriguera del conejito. El conejito estaba tan feliz de volver a casa que les mostró un tesoro escondido: una caja llena de estrellas brillantes. Cada estrella representaba un deseo hecho realidad.

Cristal decidió tomar una estrella para ella y dijo: "Mi deseo es poder hacer felices a todos los niños del mundo". Al instante, todas las demás estrellas salieron volando hacia el cielo formando figuras hermosas y coloridas.

Los deseos de Cristal se hicieron realidad y desde ese día, ella supo que siempre podría hacer felices a los demás con su alegría contagiosa.

La historia de Cristal se convirtió en leyenda en el parque, cada vez más niños querían ser como ella: valientes, generosos y capaces de convertir cualquier situación difícil en algo maravilloso. Y así fue como Cristal descubrió que no importaba tanto el vestido que llevaba, sino la magia que había dentro de ella para hacer del mundo un lugar mejor.

Desde entonces, siempre llevó consigo su mochila rosa llena de aventuras y sorpresas, lista para compartir alegría y diversión con todos los niños que encontrara en su camino.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!