El viaje a la luna de dos ranitas



Había una vez en un bosque encantado, dos ranitas llamadas Renata y Ramón, quienes soñaban con conocer la luna.

Una noche, mientras observaban el cielo estrellado, Renata propuso: - ¿Por qué no hacemos un viaje a la luna? - ¡Sí! Sería maravilloso, pero ¿cómo lo lograremos? - preguntó Ramón, un poco escéptico. Entonces, una sabia lechuza que pasaba por allí les dijo: - Si trabajan en equipo y creen en ustedes mismos, nada es imposible.

Así, Renata y Ramón se propusieron construir un cohete con hojas y ramas. Trabajaron arduamente, enfrentando desafíos y aprendiendo a resolver problemas juntos. Finalmente, con ingenio y esfuerzo, lograron completar el cohete. - ¡Es hora de despegar! - exclamó Renata emocionada.

El viaje hacia la luna estuvo lleno de aventuras. Se enfrentaron a tormentas de polvo y aterrizajes accidentados, pero nunca se dieron por vencidos. Finalmente, llegaron a la luna y quedaron maravillados por su belleza.

Mientras saltaban de crater en crater, conocieron a un simpático marciano que les explicó cómo se formaban los eclipses. Con mucho conocimiento adquirido y el corazón lleno de alegría, las ranitas emprendieron el regreso a casa. Al aterrizar en el bosque, fueron recibidos como héroes.

Renata y Ramón se dieron cuenta de que, cuando se trabaja en equipo y se cree en uno mismo, los sueños pueden hacerse realidad. Desde ese día, contaban a todos la increíble aventura vivida.

Y la sabia lechuza les decía a otros animales del bosque: - Jamás subestimen el poder de la perseverancia y el trabajo en equipo. Es la clave para alcanzar la luna y más allá.

FIN.

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