El viaje a la Montaña Brillante


Había una vez en un pequeño pueblo llamado Pueblo Feliz, dos amigos inseparables llamados Yamileth y Marco.

Yamileth era una niña curiosa y valiente, siempre dispuesta a descubrir nuevas aventuras, mientras que Marco era un niño amable y creativo, con una sonrisa que iluminaba todo a su alrededor. Un día, mientras paseaban por el bosque encantado que rodeaba el pueblo, se encontraron con un misterioso mapa antiguo.

Estaba dibujado en un pergamino amarillento y marcaba el camino hacia la Montaña Brillante, un lugar legendario donde se decía que se encontraba una piedra mágica capaz de conceder deseos. - ¡Wow! ¡Esto es increíble! -exclamó Yamileth emocionada al ver el mapa-.

¿Qué crees que nos espera en la Montaña Brillante, Marco? - No lo sé, pero seguro será algo maravilloso -respondió Marco con entusiasmo-. ¿Estás lista para esta nueva aventura? Yamileth asintió emocionada y juntos emprendieron el viaje hacia la Montaña Brillante.

El camino estaba lleno de desafíos: cruzaron ríos caudalosos, escalaron montañas nevadas y sortearon oscuros túneles subterráneos. Pero su amistad y valentía los mantuvieron firmes en su propósito. Finalmente, después de días de travesía, llegaron a la cima de la Montaña Brillante.

Allí encontraron la piedra mágica resplandeciente bajo la luz del sol. - ¡Increíble! ¡Lo logramos! -exclamó Yamileth radiante de alegría. - Sí, juntos somos imparables -dijo Marco orgulloso-.

Ahora dime, ¿cuál es tu deseo? Yamileth pensó por un momento y luego dijo:- Mi deseo es que todos los niños del mundo tengan acceso a una educación de calidad para poder cumplir sus sueños. La piedra mágica brilló con intensidad y un destello iluminó todo el valle.

Al instante, libros y cuadernos aparecieron frente a ellos flotando en el aire. - ¡Nuestro deseo se ha hecho realidad! -exclamaron al unísono Yamileth y Marco emocionados. Desde ese día, los dos amigos se convirtieron en guardianes del conocimiento en Pueblo Feliz.

Ayudaban a enseñar a los niños del pueblo a leer y escribir, inspirándolos a seguir adelante sin rendirse nunca.

Y así, gracias a la valentía, amistad y generosidad de Yamileth y Marco, Pueblo Feliz se convirtió en un lugar donde todos los sueños podían hacerse realidad. Y colorín colorado este cuento ha terminado pero su mensaje quedará grabado por siempre en nuestros corazones.

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