El viaje a Senda



Martín era un adolescente curioso y aventurero que un día descubrió un extraño portal en su patio trasero. Sin dudarlo, decidió cruzarlo y se encontró en un planeta llamado Senda. Asombrado, recorrió el nuevo mundo y conoció a una tribu de seres humanoides llamados folands. Estos seres tenían la piel de colores brillantes y largas antenas en la cabeza.

Los folands, al principio desconfiados, pronto llevaron a Martín a su aldea y le mostraron su forma de vida. Descubrió que los folands eran pacíficos y vivían en armonía con la naturaleza. A cambio, Martín les enseñó juegos y les contó historias sobre la Tierra.

Una noche, una terrible tormenta se desató en Senda, poniendo en peligro la cosecha de los folands. Martín tuvo la idea de utilizar sus conocimientos sobre ingeniería para construir un sistema de riego que protegiera los cultivos. Los folands, agradecidos, aceptaron su ayuda y juntos lograron salvar la cosecha.

Como muestra de gratitud, los folands invitaron a Martín a participar en su celebración anual, donde compartieron comida, bailes y cantos. Martín se sintió parte de la comunidad y comprendió la importancia de la colaboración y el respeto mutuo.

Finalmente, llegó el momento de regresar a la Tierra. Los folands lo despidieron con emoción, regalándole un cristal brillante como recuerdo de su visita. Martín cruzó el portal y volvió a su casa, con un corazón lleno de experiencias y enseñanzas que nunca olvidaría.

FIN.

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