El viaje acuático de Sofía



Había una vez una niña llamada Sofía, a quien no le gustaba bañarse. Siempre encontraba excusas para evitarlo y se resistía con todas sus fuerzas cuando su mamá intentaba llevarla al baño.

Un día, mientras jugaba en el parque con sus amigos, Sofía comenzó a notar que todos los demás niños se alejaban de ella. Se sentía triste y confundida, sin entender qué estaba pasando. Fue entonces cuando un hada apareció frente a ella.

El hada era pequeña y brillante, con alas de colores resplandecientes. Se presentó como Campanita y le dijo a Sofía que podía ayudarla si ella aceptaba cumplir una misión muy importante. - Sofía, veo que no te gusta bañarte -dijo Campanita-.

Pero eso es algo fundamental para cuidar de tu cuerpo y mantenerlo sano. Necesito que entiendas la importancia de la higiene personal.

Sofía miró al hada con curiosidad y respondió:- ¿Cómo puedo aprender eso? No me gusta el agua ni la sensación de mojarme. Campanita sonrió amablemente y sacudió su varita mágica.

En ese momento, transportaron a Sofía a un lugar mágico lleno de criaturas maravillosas: sirenas nadando en armonía entre corales coloridos y delfines saltando en el horizonte. - Bienvenida al Reino del Agua -dijo Campanita-. Aquí descubrirás lo divertido que puede ser estar limpio y fresco como el agua misma.

Sofía observó cómo las sirenas se sumergían en el agua cristalina, riendo y jugando entre ellas. Decidió dejar de lado sus miedos y se unió a ellas. Poco a poco, Sofía comenzó a disfrutar la sensación del agua en su piel y el placer de jugar con las sirenas.

Comprendió que bañarse no solo era necesario, sino también divertido. Después de pasar un tiempo maravilloso en el Reino del Agua, Campanita llevó a Sofía de regreso al parque. Pero esta vez, todos los niños la rodearon con alegría y entusiasmo.

- ¡Sofía! ¡Qué bueno verte! -exclamaron sus amigos-. ¡Ya no nos alejamos porque hueles mal! Sofía sonrió y les contó sobre su aventura en el Reino del Agua.

Les explicó lo importante que es cuidar nuestra higiene personal para estar sanos y felices. Desde ese día, Sofía se convirtió en una defensora de la limpieza y siempre recordaba tomar su baño diario sin ninguna queja.

Aprendió que cuidar de sí misma era esencial para ser aceptada por los demás y sentirse bien consigo misma. Y así, gracias al hada Campanita y su viaje mágico al Reino del Agua, Sofía comprendió la importancia de bañarse regularmente.

Se convirtió en una niña feliz y saludable que nunca olvidaría mantenerse limpia como el agua fresca de un arroyo cristalino.

FIN.

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