El viaje al sol

Había una vez en un lejano planeta llamado Tierra, donde el sol brillaba con tanta fuerza que hacía que todos se sofocaran. La gente no sabía cómo detener ese calor insoportable que los agobiaba día tras día.

Un grupo de valientes amigos decidió emprender un viaje hacia el sol para pedirle que fuera más suave con su luz y calor. Así, partieron rumbo al espacio en una nave espacial construida por ellos mismos.

En el camino, se encontraron con diferentes planetas y asteroides que les enseñaron lecciones importantes sobre el cuidado del medio ambiente y la importancia de mantener un equilibrio en la naturaleza.

Finalmente, llegaron al sol y descubrieron algo sorprendente: el sol no era malo ni quería hacerles daño, simplemente estaba molesto porque la capa solar estaba llena de suciedad y basura que los humanos habían arrojado sin pensar en las consecuencias.

Los amigos entendieron entonces que debían limpiar la capa solar para que el sol pudiera brillar de forma adecuada y beneficiosa para todos. Trabajaron juntos durante días reagarrando cada trozo de basura y devolviendo la capa solar a su estado original.

Al ver el esfuerzo y compromiso de los amigos, el sol decidió recompensarlos.

Con un destello brillante, les otorgó a cada uno una semilla especial que al plantarla en la Tierra crecería una planta mágica capaz de regular la temperatura del planeta y mantenerlo fresco sin necesidad de sofocantes calores. Contentos por su misión cumplida, los amigos regresaron a la Tierra y plantaron las semillas dadas por el sol.

Pronto, grandes árboles frondosos crecieron por doquier regulando la temperatura del planeta y proporcionando sombra fresca para todos sus habitantes. Desde ese día, la Tierra se convirtió en un lugar más verde, fresco y armonioso gracias al esfuerzo conjunto de unos valientes amigos dispuestos a cuidar su hogar junto con las enseñanzas del travieso pero bondadoso sol.

Y colorín colorado este cuento ha terminado ¡Qué importante es cuidar nuestro planeta tierra!