El Viaje de Abigail y su Amigo el Espíritu Santo



Era una vez, en un pequeño pueblo de Colombia, una niña de cinco años llamada Abigail. Con su cabello rizado y su gran sonrisa, Abigail era conocida por su energía y curiosidad. Pero había algo que le picaba en el corazón: quería entender qué era realmente el amor.

Un día, mientras jugaba en el parque, conoció a un curioso amigo. Era un pequeño brillo en el aire que llevaba el nombre de Espíritu Santo. Aunque no podía verlo con claridad, Abigail pudo sentir su presencia suave y amigable.

"Hola, Abigail. Soy tu amigo, el Espíritu Santo. He escuchado tus pensamientos sobre el amor. ¿Te gustaría acompañarme en un viaje para descubrir su verdadero valor?" - dijo el Espíritu Santo con una voz suave como el viento.

"¡Claro! Pero, ¿cómo vamos a hacerlo?" - preguntó Abigail, emocionada.

"Sígueme, y verás lo maravilloso que es el amor en diferentes formas", respondió el Espíritu Santo, y en un abrir y cerrar de ojos, se encontraron en un hermoso bosque lleno de flores y mariposas.

Mientras caminaban, Abigail notó un grupo de animales que jugaban juntos: un ciervo, un conejo y un pájaro.

"Mira esos animales, Espíritu Santo. Juegan juntos, pero… ¿eso es amor?" - preguntó Abigail.

"¡Exactamente! El amor se encuentra en la amistad. Ver cómo se cuidan entre ellos es un gran ejemplo de amor verdadero." - explicó el Espíritu Santo.

Continuaron su camino y llegaron a un río donde vieron a una tortuga ayudando a su hermana más pequeña a salir del agua.

"¡Qué lindo! Esa tortuga está ayudando a su hermana. ¿Eso también es amor?" - preguntó Abigail, maravillada.

"Sí, Abigail. Ayudar a los demás es una forma hermosa de expresar amor. Cada pequeño gesto cuenta" - comentó el Espíritu Santo.

Siguieron avanzando y llegaron a un pintoresco campo donde un grupo de niños jugaba y reía mientras compartían sus juguetes.

"Ellos se ven tan felices. ¿Será que compartir es amar?" - indagó Abigail al ver cómo todos se divertían juntos.

"Así es. Compartir lo que tenemos es una forma de amor muy especial. Significa que nos importan los demás y disfrutamos con ellos" - respondió el Espíritu Santo con alegría.

Con cada parada, Abigail comenzaba a entender mejor el amor, pero había algo que aún no había aprendido. Siguieron su camino y, al más allá de una colina, encontraron a una anciana que intentaba cargar algunas cajas de frutas.

"¿Podemos ayudarla?" - preguntó Abigail de inmediato, recordando lo que había aprendido.

"Por supuesto, ¡vamos!" - dijo el Espíritu Santo entusiasmado.

Abigail corrió hacia la anciana.

"¡Hola! Soy Abigail. ¿Puedo ayudarte con esas cajas?" - ofreció la niña.

"Oh, gracias, querida. Eres muy amable" - respondió la anciana, sonriendo mientras dejaba que Abigail la ayudara a cargar las cajas.

El Espíritu Santo observó con orgullo a Abigail mientras ella ayudaba. Al finalizar, la anciana dijo:

"Has hecho un gran trabajo, querida. Gracias a ti, mi carga es más ligera. El amor que has mostrado hoy es invaluable" - dijo la anciana.

"Creo que ahora entiendo, Espíritu Santo. El amor también se siente cuando ayudamos a los demás" - reflexionó Abigail.

"¡Exactamente! Ahora tienes un entendimiento más completo sobre el amor", contestó el Espíritu Santo con ternura.

Al final del día, Abigail sintió que su corazón estaba lleno de alegría. Había aprendido que el amor está en la amistad, en ayudar, en compartir y en las pequeñas acciones que hacemos cada día.

Una vez de regreso en su hogar, Abigail se despidió de su amigo.

"Gracias por este gran viaje, Espíritu Santo. Ahora sé que el amor es muy poderoso y todos podemos darlo y sentirlo" - dijo ella felizmente.

"Siempre estaré contigo, Abigail. Recuerda que cada acto de amor, por pequeño que sea, puede hacer una gran diferencia" - respondió el Espíritu Santo, desvaneciéndose en un destello de luz mientras Abigail miraba con una sonrisa radiante en su rostro.

Y así, Abigail aprendió que el amor no solo se siente, sino que se da a través de las acciones y de los pequeños gestos diarios, llevándose ese mensaje en su corazón mientras soñaba con nuevas aventuras en un mundo lleno de amor.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!