El viaje de Alexander Emanuel
Alexander Emanuel vivía en la hermosa aldea de La Grandeza en Guatemala. A pesar de la belleza que lo rodeaba, a él no le gustaba ir a la escuela. Todos los días se quejaba y buscaba excusas para no asistir.
Un día, su abuelita Valentina, una mujer sabia y amorosa, notó la tristeza de Alexander y decidió ayudarlo. "Alexander, entiendo que la escuela no sea tu lugar favorito, pero es importante para tu futuro", le dijo su abuelita.
"Abuelita, no entiendo por qué debo ir. No me gusta y no le veo sentido", respondió Alexander.
Valentina le contó una historia sobre un niño que había viajado por el mundo y había aprendido cosas maravillosas en cada lugar que visitaba. Inspirado por la historia de su abuelita, Alexander decidió darle una oportunidad a la escuela. Comenzó a prestar atención en clase, a participar y a hacer amigos.
Pronto se dio cuenta de que la escuela era mucho más que libros y lecciones: era un lugar donde podía descubrir el mundo y sus maravillas. Con el tiempo, Alexander se convirtió en un niño curioso, ansioso por aprender y descubrir nuevas cosas.
Así, su abuelita Valentina le enseñó que cada día es una aventura, y que en cada pequeña cosa se esconde una lección. Desde entonces, Alexander Emanuel disfrutaba cada momento en la escuela y ansiaba aprender más y más cada día.
FIN.