El Viaje de Alicia

Alicia era una niña curiosa y creativa que siempre estaba buscando aventuras. Un día, mientras jugaba en el parque, descubrió un viejo libro de cuentos con una portada desgastada. Intrigada, lo abrió y comenzó a hojearlo.

De repente, se encontró inmersa en una brillante luz y, sin darse cuenta, ¡se vio transportada a un mundo mágico! El paisaje era asombroso, lleno de colores vibrantes y criaturas extrañas.

Alicia se maravilló al ver un conejo blanco con un reloj de bolsillo corriendo frenéticamente. Sin dudarlo, decidió seguir al conejo y pronto se encontró en medio de un bosque encantado. -¡Espera, conejito! -exclamó Alicia mientras corría detrás de él.

De repente, el conejo desapareció en un agujero en el tronco de un árbol. Sin pensarlo dos veces, Alicia se lanzó tras él y comenzó a caer por un largo túnel. Al final del túnel, aterrizó suavemente en un jardín increíblemente hermoso. Descubrió que había llegado al País de las Maravillas.

Allí, conoció a un sombrerero loco, una gata sonriente y una liebre de marzo. -¿Quién eres y cómo llegaste aquí? -preguntó la gata sonriente. -Soy Alicia, y llegué aquí por accidente. -respondió ella.

A lo largo de su viaje, Alicia se enfrentó a desafíos y resolvió acertijos, todo mientras descubría nuevas amistades y habilidades que no sabía que poseía. Al final, se encontró cara a cara con la Reina de Corazones, quien retó a Alicia a un juego de ajedrez.

Con su ingenio y valentía, Alicia logró ganar el juego, liberando al País de las Maravillas de la opresión de la Reina.

De repente, la brillante luz la envolvió de nuevo y se encontró de vuelta en el parque, sosteniendo firmemente el libro de cuentos en sus manos. Con una sonrisa en el rostro, se dio cuenta de que la verdadera magia estaba dentro de ella todo el tiempo.

A partir de ese día, Alicia llevó consigo el recuerdo de su inolvidable viaje por el País de las Maravillas, siempre lista para enfrentar cualquier desafío con su valentía y creatividad.