El viaje de Ana con los colibríes


En el jardín de la casa de Ana vivían muchos colibríes. Ana era una niña curiosa y siempre se preguntaba dónde iban los colibríes cuando llegaba el invierno.

Un día, cansada de no tener respuesta, decidió preguntarle a su abuela. La abuela le contó que los colibríes eran aves migratorias, es decir, que viajaban largas distancias en busca de climas cálidos para sobrevivir al invierno. Ana estaba asombrada e intrigada por esta nueva información.

Ella quería ver cómo volaban los colibríes hacia sus nuevos hogares en climas más cálidos. Así que decidió emprender un viaje con ellos.

La mañana siguiente, Ana se despertó temprano y salió al jardín con su mochila llena de provisiones para el largo viaje. Esperó pacientemente hasta que vio a los primeros colibríes salir volando hacia el sur. - Hola amigos -dijo Ana emocionada-. ¿Puedo ir con ustedes? Los colibríes la miraron sorprendidos pero aceptaron amablemente llevarla en su viaje.

Durante días y noches volaron sin descanso hacia tierras más cálidas. Finalmente llegaron a un hermoso lugar lleno de flores y árboles frutales donde podían alimentarse fácilmente durante todo el invierno.

Los colibríes le mostraron a Ana las diferentes plantas y flores que les gustaban y cómo construían sus nidos para resguardarse del frío. - ¡Es increíble! -exclamó Ana-.

¡Gracias por llevarme con ustedes! Los colibríes sonrieron y le dijeron que siempre era bienvenida a visitarlos en su hogar de invierno. Ana se despidió de sus nuevos amigos, sabiendo que había aprendido algo nuevo y emocionante sobre la naturaleza.

Desde ese día, Ana esperaba ansiosa el invierno para poder volver a ver a sus amigos colibríes en su hogar cálido y acogedor.

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