El viaje de aventura de los niños de Quinto Año B



Había una vez un grupo de niños de Quinto Año B que estaban emocionados por aprender sobre las señales de tránsito en la escuela.

El maestro les enseñó sobre las señales de stop, ceda el paso, velocidad máxima, peatones cruzando, entre otras. Los niños prestaron mucha atención y se comprometieron a ser responsables y respetar todas las señales de tránsito. Un día, decidieron hacer una excursión en bicicleta por el parque para poner en práctica lo que habían aprendido.

Mientras pedaleaban, se encontraron con una intersección y vieron una señal de stop. "¡Chicos, recuerden lo que aprendimos en clase!"- exclamó Juani emocionado.

Todos los niños se detuvieron frente a la señal de stop, miraron a ambos lados de la calle y luego cruzaron con cuidado. Al llegar a otra intersección, vieron la señal de ceda el paso. "¡Esperen!"- gritó Micaela. A lo lejos venía un auto, así que esperaron a que pase antes de seguir.

Luego de un rato, llegaron a un tramo de la ciclovía donde la señal indicaba que debían circular a baja velocidad. "Chicos, recuerden que aquí la velocidad máxima es de 30 km/h"- recordó Santiago. Así que todos moderaron su velocidad y continuaron el viaje.

De repente, escucharon el sonido de un silbato. Al mirar hacia arriba, vieron a un guardaparques que les hacía señas para que se detuvieran. "¡Chicos, no podemos seguir! La señal indica que la ciclovía está cerrada por mantenimiento"- explicó el guardaparques.

Los niños se detuvieron y agradecieron al guardaparques por ayudarlos a comprender la importancia de respetar las señales. Regresaron a la escuela, felices por haber aplicado lo aprendido de manera segura y responsable.

Desde ese día, se convirtieron en ejemplo para los demás niños del colegio, promoviendo el respeto por las señales de tránsito y la seguridad vial.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!