El viaje de Benito y sus amigos
En el bosque encantado, vivía Benito, un osito curioso y valiente. Un día, Benito decidió emprender un viaje hacia el corazón del bosque, donde sabía que encontraría a sus amigos.
En su camino, se encontró con la conejita Clarita, que llevaba una bolsa llena de zanahorias. -Hola, Clarita, ¿a dónde vas con tantas zanahorias? -preguntó Benito. -Voy a la casa de Don Diego, el mapache, para compartir un delicioso picnic -respondió Clarita.
Benito decidió unirse a ella y juntos continuaron su camino. De repente, escucharon un zumbido. Era Pedro, el pájaro carpintero, que construía un nido en un árbol cercano. -¡Hola, amigos! ¿A dónde se dirigen? -les preguntó Pedro. -Vamos al picnic con Don Diego -respondió Clarita.
-¡Qué divertido! También me gustaría ir -dijo Pedro, uniéndose a ellos. Mientras caminaban, vieron una fogata en la distancia. Era Fernanda, la ardilla, que asaba castañas. -¡Hoooola! ¿Qué los trae por aquí? -saludó Fernanda. -Vamos al picnic de Don Diego -explicó Benito.
-¡Qué genial! Me encantaría ir también -dijo emocionada Fernanda. Ya reunidos, continuaron juntos hacia la casa de Don Diego. Al llegar, fueron recibidos con alegría y compartieron una tarde maravillosa. Comieron zanahorias, castañas, y se divirtieron mucho.
Al despedirse, prometieron volver a encontrarse. En su camino de regreso, Benito recordó lo importante que es tener amigos y lo agradecido que estaba por tenerlos. En ese momento, vio la luna brillando en el cielo.
-¡Mirá, amigos, la luna! Es tan grande y brillante -exclamó Benito señalando a la luna. -Sí, es hermosa -asintieron sus amigos. Juntos, regresaron al bosque, llenos de alegría y amistad, listos para vivir muchas más aventuras juntos.
Y así, el viaje de Benito y sus amigos llegó a su fin, pero su amistad duraría para siempre. .
FIN.