El viaje de Benjamín y Estrellita


Había una vez un niño llamado Benjamín que se encontraba suspendido en el aire por un misterioso hilo que lo mantenía en equilibrio en medio de la nada.

No sabía cómo había llegado allí ni qué debía hacer para salir de esa situación tan extraña. Benjamín miraba a su alrededor y solo veía oscuridad, no había nada más que él y ese hilo que lo sostenía.

Intentó gritar pidiendo ayuda, pero su voz parecía perderse en la inmensidad del espacio. De repente, escuchó una vocecita que provenía de una estrella cercana. Era Estrellita, una estrella traviesa y curiosa que había visto a Benjamín desde lejos y quería ayudarlo a encontrar el camino de regreso a casa.

"¡Hola, Benjamín! ¿Cómo has llegado hasta aquí?" -preguntó Estrellita con curiosidad. Benjamín explicó su situación y le contó a Estrellita lo perdido y confundido que se sentía. Estrellita sonrió y le dijo:"No te preocupes, amigo.

Yo te guiaré hacia el camino correcto. Pero primero debes confiar en ti mismo y creer que puedes encontrar la solución. "Con las palabras de ánimo de Estrellita resonando en su corazón, Benjamín decidió seguir adelante.

Comenzó a balancearse con cuidado sobre el hilo, concentrándose en cada paso que daba. Poco a poco fue ganando confianza en sí mismo y en sus habilidades para enfrentar los desafíos.

Estrellita brillaba con fuerza para iluminar el camino de Benjamín, quien avanzaba con valentía por ese espacio desconocido. De repente, se encontraron con un laberinto formado por hilos entrelazados que parecían imposibles de atravesar. "¡Vamos, Benjamín! ¡Tú puedes hacerlo! Confía en ti mismo" -animaba Estrellita desde arriba.

Benjamín respiró profundo, cerró los ojos e hizo caso omiso al miedo que intentaba invadirlo. Con determinación comenzó a desenredar los hilos uno por uno, trazando un camino claro hacia la salida del laberinto.

Finalmente, después de superar todos los obstáculos con coraje y perseverancia, Benjamín logró salir del laberinto de hilos y encontrarse nuevamente firme sobre tierra firme. Miró hacia arriba para dar las gracias a Estrellita por toda su ayuda, pero ya no la vio brillando en el cielo oscuro.

En su lugar apareció una hermosa lluvia de estrellas fugaces iluminando el cielo como si fuera un espectáculo especial solo para él.

Benjamín sonrió emocionado al comprender el mensaje oculto detrás de esa experiencia: siempre hay luz incluso en los momentos más oscuros si tenemos fe en nosotros mismos y confiamos en nuestra capacidad para superar cualquier desafío.

Y así fue como Benjamín regresó a casa lleno de gratitud por haber aprendido una valiosa lección gracias al misterioso hilo suspendido en medio del espacio.

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