El viaje de Celestino y el conejito perdido
Había una vez en un hermoso parque, un pajarito azul llamado Celestino que volaba felizmente de flor en flor.
Era conocido por todos los animales del lugar por su canto melodioso y su plumaje brillante que resplandecía bajo el sol. Un día, mientras Celestino revoloteaba entre los árboles, escuchó a lo lejos unos llantos. Se acercó con curiosidad y encontró a un conejito triste y solitario sentado en el suelo.
El pajarito se posó delicadamente frente al conejito y le preguntó: "¿Qué te pasa, amiguito?"El conejito levantó la cabeza sorprendido al ver al pajarito azul tan cerca de él y respondió entre sollozos: "Estoy perdido, no sé cómo regresar a mi madriguera".
Celestino sonrió con ternura y dijo: "-No te preocupes, amigo conejito. Yo te ayudaré a encontrar el camino de vuelta a casa.
" Con sus alas extendidas, el pajarito invitó al conejito a subirse sobre su lomo para emprender juntos el viaje de regreso. Durante el recorrido, Celestino le contaba historias fascinantes sobre sus aventuras en el parque y cantaba canciones alegres que alegraban el corazón del conejito.
Poco a poco, las lágrimas del pequeño animal se fueron secando y una sonrisa asomaba en su rostro. Al llegar a la madriguera del conejito, este saltó emocionado hacia tierra firme y se giró hacia Celestino con gratitud en sus ojos.
"-¡Muchas gracias por tu ayuda! Nunca olvidaré lo bondadoso que has sido conmigo", expresó emocionado. Celestino agitó sus alas despidiéndose con cariño y emprendió nuevamente vuelo hacia lo alto del cielo azul.
Desde ese día, cada vez que alguien se sentía perdido o triste en el parque, solo debía mirar hacia arriba para ver al pajarito azul surcando los cielos como un recordatorio de que siempre hay alguien dispuesto a ayudar.
Y así fue como Celestino se convirtió en la inspiración de todos los habitantes del parque, enseñándoles la importancia de la solidaridad y la amistad incondicional. Porque aunque sea pequeño como un pajarito azul, uno puede hacer grandes cosas si tiene un corazón noble y generoso como el de Celestino.
FIN.