El viaje de Clara y Don Antonio



Había una vez, en un pequeño pueblo de Argentina, una niña llamada Clara. Clara era una niña muy curiosa y soñadora, siempre buscando nuevas aventuras.

Pero había algo que la atormentaba todas las noches: tenía un sueño recurrente que la dejaba solitaria y asustada. En su sueño, Clara se encontraba frente a una puerta de calle de madera encerada. No sabía por qué, pero siempre llegaba a ese lugar sintiendo un miedo inexplicable.

Sin embargo, en su corazón guardaba la esperanza de encontrar respuestas y superar sus temores. Un día, mientras caminaba por el pueblo, Clara escuchó a unos niños hablando sobre un antiguo libro mágico que supuestamente podía hacer realidad los deseos más profundos.

Sin pensarlo dos veces, decidió ir en busca del libro para encontrar una solución a su sueño recurrente.

Después de mucho buscar y preguntar por el libro mágico, finalmente encontró a Don Antonio, el anciano del pueblo conocido como "El Sabio". Don Antonio le explicó que el libro solo podría ser abierto por alguien con un corazón valiente y dispuesto a enfrentar sus miedos más profundos. Llena de ilusión y determinación, Clara aceptó el desafío propuesto por el anciano.

Juntos emprendieron un viaje hacia lo desconocido en busca del lugar donde estaba escondido el libro mágico. Durante su travesía, Clara se encontró con diferentes obstáculos que pusieron a prueba su valentía y perseverancia.

Con cada desafío superado, sentía cómo su confianza crecía poco a poco. Finalmente, llegaron a un hermoso jardín lleno de flores de colores y mariposas que revoloteaban.

En el centro del jardín, había una puerta de calle similar a la del sueño recurrente de Clara. Con el corazón latiendo fuerte, Clara se acercó a la puerta y la abrió lentamente. Para su sorpresa, detrás de ella encontró un espejo mágico en el cual podía ver reflejados sus sueños y temores.

Frente al espejo, Clara comprendió que su sueño recurrente no era más que una manifestación de sus propios miedos internos. Se dio cuenta de que debía enfrentarlos cara a cara para poder superarlos.

Llena de valor, Clara decidió hablar con los personajes que aparecían en el espejo: un monstruo gigante y aterrador. Pero cuando se acercó lo suficiente, descubrió que el monstruo solo era una proyección de sus propias inseguridades.

"¿Quién eres realmente?" -preguntó Clara al monstruo reflejado en el espejo. El monstruo respondió con voz suave: "Soy tus miedos e inseguridades. Pero también soy tu fortaleza y valentía para superarlos". Clara entendió entonces que debía aceptarse tal como era y aprender a confiar en sí misma.

Comprendió que todos tenemos miedos, pero son parte natural del crecimiento personal. De regreso al pueblo, Clara compartió su experiencia con Don Antonio y le agradeció por ayudarla a encontrar las respuestas dentro de sí misma.

Desde ese día en adelante, Clara dejó de tener el sueño recurrente y se convirtió en una niña valiente y segura de sí misma. Y así, Clara demostró que enfrentar nuestros miedos nos hace más fuertes y nos permite alcanzar nuestros sueños.

Desde entonces, su historia inspiró a muchos otros niños del pueblo a enfrentar sus propios temores y seguir adelante en busca de sus deseos más profundos.

FIN.

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