El viaje de Emi y sus emociones
Emi era una niña curiosa e inquieta que vivía en un pequeño pueblo rodeado de naturaleza. Un día, Emi decidió emprender un emocionante viaje hacia el bosque encantado con sus fieles compañeros, el oso peluche Coco y el perrito Ruffo.
En su camino, Emi se encontró con diferentes situaciones que la pusieron a prueba emocionalmente. Encontró una bifurcación en el camino y no sabía hacia dónde ir.
En ese momento, Emi recordó las palabras de su mamá sobre la importancia de la plasticidad emocional en la toma de decisiones. Decidió escuchar a sus emociones y reflexionar sobre cada una. '¿Qué siento en este momento?', se preguntó.
'Tengo miedo de elegir el camino equivocado, pero también siento curiosidad por saber qué hay al otro lado'. Después de analizar sus emociones, Emi decidió tomar el camino de la curiosidad y la valentía. A medida que avanzaban, se encontraron con un río caudaloso.
Emi se sintió desafiada e insegura, pero recordó la importancia de la plasticidad emocional y se permitió sentir el miedo, la incertidumbre y la valentía al mismo tiempo. Con la ayuda de sus emociones, Emi buscó una solución creativa y construyó un puente con troncos y piedras.
Finalmente, llegaron al bosque encantado, donde vivieron aventuras maravillosas. Emi aprendió que al escuchar y entender sus emociones, podía tomar decisiones más conscientes y valientes.
De regreso a casa, Emi se sintió orgullosa de haber aplicado la plasticidad emocional en su viaje y compartió su experiencia con su mamá, transmitiéndole la importancia de comprender nuestras emociones en la toma de decisiones.
FIN.