El viaje de Escalante, la botella reciclada



En una colorida escuela de Buenos Aires, vivía un grupo de alumnos curiosos y traviesos, que adoraban aprender cosas nuevas cada día.

Esa escuela siempre había fomentado el cuidado del medio ambiente, por lo que tenían un contenedor especial para reciclar botellas de plástico. Una de esas botellas, llamada Escalante, tenía un espíritu aventurero y soñaba con explorar el mundo. Un día, mientras jugaba con sus amigos en el patio, Escalante se cayó al contenedor de reciclaje.

"¡Ayuda! ¡Ayuda!", gritaba Escalante, pero nadie parecía escucharlo. "Tranquilo Escalante, estamos aquí para ayudarte", dijo una voz suave y tranquilizadora. Era Boti, el simpático robot encargado del mantenimiento de la escuela.

Boti sacó a Escalante del contenedor y le explicó que a partir de ese momento sería su guía en una emocionante aventura. "¡Vamos a recorrer el mundo y aprender sobre el reciclaje juntos!", exclamó Boti. Así comenzó el viaje de Escalante, la botella reciclada, y Boti, el robot verde.

Viajaron a lo largo y ancho de Argentina, visitando ciudades, playas y montañas, y en cada lugar enseñaban a la gente sobre la importancia de reciclar.

En cada parada, Escalante y Boti conocían a personajes con historias increíbles sobre el impacto positivo del reciclaje en el medio ambiente. Desde una artista que convertía botellas recicladas en hermosas esculturas, hasta un científico que inventó un nuevo tipo de plástico biodegradable. Pero la aventura de Escalante y Boti no estuvo exenta de desafíos.

En una playa, se encontraron con Basura, un personaje desagradable que representaba la contaminación del mar.

Basura intentó desanimar a Escalante y Boti, pero con valentía y la ayuda de otros amigos que habían conocido en su viaje, lograron limpiar la playa y concienciar a la comunidad sobre la importancia de mantener los océanos limpios. Finalmente, Escalante y Boti regresaron a su escuela, donde fueron recibidos con alegría y admiración.

La directora de la escuela, con lágrimas en los ojos, felicitó a Escalante y Boti por su valentía y dedicación para enseñar a los demás sobre el reciclaje.

Desde ese día, la escuela se convirtió en un ejemplo para otras instituciones, y todos los alumnos, inspirados por Escalante y Boti, se unieron para cuidar el medio ambiente. Y así, Escalante, la botella reciclada, y Boti, el robot verde, demostraron que con amor, amistad y determinación, cualquier desafío se puede superar, y que pequeñas acciones pueden tener un gran impacto en el mundo.

FIN.

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