El viaje de Estefanía

Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Curiosa, una niña llamada Estefanía. Desde muy pequeña, a Estefanía le encantaba hacer preguntas sobre todo lo que la rodeaba. Siempre estaba investigando y descubriendo cosas nuevas.

Un día, mientras jugaba en el jardín de su casa, Estefanía se detuvo de repente y miró fijamente a su mamá. "- Mamá, ¿cómo puedo saber más sobre mi identidad? Quiero saber quién soy realmente", preguntó con curiosidad.

La mamá de Estefanía sonrió y le dijo: "- ¡Qué pregunta tan interesante! Creo que sé por dónde podemos empezar. ¿Has escuchado alguna vez sobre tu árbol genealógico?"Estefanía frunció el ceño, nunca había escuchado esa palabra antes.

Su mamá le explicó que un árbol genealógico es como un mapa que muestra a todas las personas de tu familia, desde tus abuelos hasta tus bisabuelos y más allá. Estefanía estaba emocionada por comenzar esta nueva aventura para descubrir más sobre sus raíces.

Junto a su mamá, se sentaron frente a una hoja de papel en blanco y comenzaron a dibujar su árbol genealógico.

Descubrieron historias fascinantes sobre sus antepasados: un abuelo que había sido músico, una tatarabuela que era maestra y muchos otros parientes con pasiones y talentos únicos. Estefanía estaba maravillada al conocer más sobre la historia de su familia. Pero la verdadera sorpresa llegó cuando desempolvaron un viejo baúl lleno de fotografías antiguas.

Entre las fotos amarillentas, encontraron una imagen de una mujer joven que se parecía mucho a Estefanía. "- ¡Mamá, esta mujer se parece a mí! ¿Quién es?", exclamó Estefanía emocionada.

Su mamá tomó la foto con ternura y le explicó que esa mujer era la bisabuela de Estefanía, quien también compartía la misma pasión por explorar el mundo y hacer preguntas sin miedo. Estefanía sintió una conexión especial con su bisabuela en ese momento.

Se dio cuenta de que la curiosidad y el deseo de conocer estaban en su sangre desde generaciones atrás. A partir de ese día, Estefanía siguió investigando y aprendiendo sobre su identidad familiar.

Cada historia contada por sus padres o abuelos agregaba piezas valiosas al rompecabezas de quién era ella realmente.

Y así, entre risas, abrazos y muchas aventuras más; Estefanía descubrió que saber quién eres no solo tiene que ver con tu nombre o dónde vives; sino también con las historias y los corazones valientes que te precedieron.