El Viaje de Estrella



En una granja de campos verdes y soleados, vivía un hermoso caballo llamado Estrella. Ella tenía un pelaje brillante como la luna y era la más rápida de todos los animales de la granja. Cada día, Estrella recorría los prados con su mejor amiga, la niña Lila, que pasaba horas cuidándola y jugando con ella.

Un día, mientras Lila recogía flores en el campo, Estrella se sintió aventurera.

"Hoy quiero descubrir qué hay más allá de la granja", pensó Estrella.

Sin que nadie lo notara, decidió dar un paseo hacia el bosque cercano. A medida que se adentraba, las árboles se volvían más altos y la luz del sol se filtraba a través de sus hojas.

"¡Qué hermoso es aquí!", relinchó Estrella.

Pero, sin querer, Estrella se perdió. Al darse cuenta, sintió un pequeño miedo en su corazón.

"¿Y ahora qué haré?", se preguntó.

Mientras tanto, en la granja, Lila estaba preocupada porque no podía encontrar a Estrella.

"¡Estrella! ¡Estrella!", gritaba mientras corría por los campos.

Lila decidió pedir ayuda. Reunió a sus amigos del pueblo y juntos comenzaron a buscar a Estrella. Mientras tanto, Estrella conoció a una anciana tortuga llamada Clara.

"¿Buscas el camino de regreso?", preguntó Clara.

"Sí, pero no sé cómo encontrarlo", respondió Estrella, con la cabeza baja.

"La mejor manera es seguir el aroma de las flores que conoces", dijo Clara.

Con determinación, Estrella comenzó a caminar y siguió el dulce olor de las flores que le recordaban a Lila. Sin embargo, el bosque era grande y oscuro, y encontró un pequeño río.

"¡Oh, no puedo cruzar!", lamentó Estrella.

Pero entonces, un alegre conejo llamado Rocco apareció.

"¡No te preocupes! ¡Yo puedo ayudarte!", dijo Rocco.

Rocco explicó que había una piedra grande que podía usar como puente, y juntos lograron cruzar el río. Después de unos momentos de diversión, Estrella le dio las gracias a Rocco, quien la acompañó un rato más, guiándola a través de los senderos del bosque.

Mientras tanto, Lila y sus amigos seguían buscando, preguntando a los animales del campo si habían visto a Estrella. Una ardilla, al escuchar su llanto, les dijo:

"La vi ir hacia el bosque, pero no sé si ya regresó".

Lila se sintió aún más preocupada, pero la esperanza no la abandonaba. Al llegar a la entrada del bosque, decidió entrar con valentía.

Adentrándose, Lila escuchó un suave relincho.

"¿Estrella?", gritó con emoción.

En ese momento, Estrella y Lila se encontraron en un claro lleno de luz. Las dos amigas se miraron y corrieron la una hacia la otra.

"¡Estrella! Pensé que nunca te volvería a ver", dijo Lila con lágrimas de felicidad.

"¡Yo también te extrañé! Aprendí que la aventura es divertida, pero la confianza y el hogar son aún más importantes", afirmó Estrella.

Entonces, Lila y Estrella, junto a Rocco y Clara, regresaron juntas a la granja. Lila prometió a Estrella que siempre la dejaría explorar, pero que nunca se alejaría mucho.

Desde aquel día, Estrella aprendió a apreciar su hogar y a disfrutar de las pequeñas aventuras siempre y cuando estuviera cerca de su mejor amiga, Lila.

FIN.

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