El viaje de Estrellita hacia la sanación
En lo más profundo del universo, en un lugar donde la oscuridad reinaba absoluta, ocurrió algo maravilloso. Una gran explosión sacudió el vacío y dio inicio a una nueva historia.
La energía y el polvo de estrellas se esparcieron por todas partes, creando un espectáculo de luces y colores nunca antes visto. Entre todo aquel caos, las pequeñas partículas de polvo de estrellas comenzaron a moverse y juntarse lentamente.
Se formaban grupos que giraban alrededor de enormes núcleos brillantes, como si bailaran al compás de una melodía cósmica. Así fue como nacieron las primeras estrellas de aquella galaxia recién creada. Una de esas estrellas era especial.
Su brillo era tan intenso que iluminaba todo a su alrededor con una luz cálida y reconfortante. Esta estrella se llamaba Estrellita y estaba llena de curiosidad por descubrir el universo que la rodeaba.
Un día, mientras Estrellita brillaba en lo alto del cielo, vio algo que le llamó poderosamente la atención: un pequeño planeta azul que giraba a su alrededor. Intrigada, decidió acercarse para observarlo mejor.
Al llegar cerca del planeta, Estrellita pudo ver la belleza de sus océanos azules, sus verdes bosques y sus blancas montañas cubiertas de nieve. Pero también notó algo preocupante: el planeta estaba enfermo debido a la contaminación causada por sus habitantes. Estrellita sintió tristeza al ver cómo los seres vivos sufrían por culpa de la irresponsabilidad humana.
Decidió entonces hacer algo al respecto y les envió un mensaje a través de destellos luminosos en el cielo. "Queridos habitantes del planeta azul - dijo Estrellita -, los he estado observando y veo que su hogar está en peligro.
Deben cuidarlo y protegerlo como yo cuido y brillo en el universo". Los habitantes del planeta quedaron asombrados al escuchar la voz celestial de Estrellita resonando en sus corazones.
Comprendieron que era hora de cambiar y empezar a cuidar su hogar con amor y respeto. Poco a poco, gracias a los consejos sabios de Estrellita, el planeta azul sanó y volvió a florecer con vida en cada rincón.
Los seres vivos aprendieron a vivir en armonía con la naturaleza y a valorar la belleza única de su mundo. Desde entonces, Estrellita siguió brillando en lo alto del cielo como un recordatorio constante del poder transformador del amor y la responsabilidad hacia nuestro hogar común: el universo entero.
Y así, entre destellos luminosos e historias celestiales, Estrellita guió a todos los seres hacia un futuro lleno de esperanza y alegría en esa galaxia llena de estrellas brillantes.
FIN.