El viaje de Eward por el Río Orinoco


Eward era un niño muy curioso y aventurero que vivía en la ciudad de Angostura, a orillas del Río Orinoco.

Él siempre había soñado con explorar el río desde su nacimiento hasta su desembocadura, pero sabía que era una gran aventura y que requeriría mucha preparación. Un día, Eward decidió que estaba listo para emprender su viaje por el río. Habló con sus padres y les explicó sus planes.

Al principio, sus padres estaban preocupados por la seguridad de Eward, pero luego de ver lo decidido que estaba el niño, le dieron su bendición. Eward empacó todo lo necesario para su viaje: comida, agua, ropa extra y una tienda de campaña.

También llevaba consigo un mapa detallado del río y una brújula para no perderse. Con todo listo, Eward se dirigió al muelle donde abordaría un pequeño bote para comenzar su travesía.

Cuando llegó al muelle, se encontró con otros niños que le preguntaron adonde iba. "¡Hola chicos! Estoy haciendo un viaje por el Río Orinoco desde Angostura hasta Tucupita", respondió Eward emocionado.

"¿Solo?" Preguntaron los niños sorprendidos"Sí" Respondió Eward confiado "Pero estoy preparado"Los demás niños lo miraron impresionados mientras él subía al bote y remaba hacia aguas abiertas. Durante las primeras horas del viaje todo fue tranquilo. El sol brillaba en el cielo azul y las aves volaban por encima del río.

Eward estaba disfrutando de la vista y pensaba en todo lo que vería en su camino. Pero pronto, el viento comenzó a soplar con fuerza y las nubes grises se acercaron. El cielo se oscureció rápidamente y una tormenta empezó a azotar el río.

"¡Oh no! ¿Cómo voy a seguir navegando bajo esta lluvia torrencial?" Pensó Eward mientras trataba de mantener el bote estable. Pero el niño no se dio por vencido.

Recordó los consejos que sus padres le habían dado sobre cómo manejar una embarcación durante una tormenta y puso en práctica todo lo aprendido. Poco a poco, logró navegar hacia un lugar seguro donde pudo esperar hasta que la tormenta pasara.

A medida que avanzaba en su viaje, Eward encontraba nuevos desafíos para superar: corrientes fuertes, animales salvajes e incluso problemas mecánicos con su bote. Pero cada vez que algo salía mal, él recordaba su determinación y perseverancia para llegar a Tucupita.

Finalmente llegó al destino deseado después de varias semanas de viaje. Los habitantes del pueblo quedaron asombrados al ver a este valiente niño llegar solo desde Angostura.

"¿Cómo lo hiciste?" preguntaron todos los ciudadanos"Con mucho esfuerzo y preparación" respondió Eward sonriendoEse día, Eward fue recibido como un héroe por haber logrado cumplir su sueño de explorar el Río Orinoco desde Angostura hasta Tucupita. Su historia inspiró a muchos otros niños a seguir sus sueños y nunca darse por vencidos, sin importar lo difícil que parezca la tarea.

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