El viaje de Feli
Había una vez en un bosque encantado, una zorrita bebé llamada Feli. Feli era muy curiosa y siempre soñaba con recorrer el mundo y descubrir lugares nuevos.
A diferencia de las demás zorritas de su edad, Feli no podía esperar a crecer para emprender esa gran aventura. Un día, mientras jugaba con sus amigos del bosque, Feli les contó sobre su sueño de viajar por el mundo.
Todos la miraron sorprendidos y le dijeron:- ¡Pero Feli, eres tan pequeña! Debes esperar a ser más grande para poder explorar el mundo. Pero la zorrita no quería esperar. Así que decidió emprender su viaje sin importar lo que los demás pensaran.
Con valentía y determinación, se despidió de sus amigos y comenzó su travesía. Feli caminó por prados verdes, cruzó ríos cristalinos y escaló montañas altas. En cada lugar nuevo que visitaba, aprendía algo especial.
Conoció a diferentes animales, probó frutas exóticas y escuchó historias fascinantes. Sin embargo, en su camino también enfrentó desafíos. Una tarde, mientras intentaba cruzar un puente colgante, este se rompió y Feli cayó al agua.
Asustada pero decidida a no rendirse, la zorrita nadó con todas sus fuerzas hasta llegar a la orilla.
Con lágrimas en los ojos por el susto pasado, Feli recordó las palabras de sabiduría de su abuelita: "No importa cuán pequeño seas o cuántos obstáculos encuentres en tu camino; con coraje y determinación podrás superar cualquier adversidad". Animada por esas palabras inspiradoras, Feli continuó su viaje con más fuerza que nunca. Con cada paso que daba se sentía más cerca de cumplir su sueño de recorrer el mundo entero.
Finalmente, después de muchas aventuras emocionantes e inolvidables, Feli regresó al bosque encantado siendo ya una zorra adulta. Sus amigos la recibieron con alegría y orgullo. - ¡Felicidades por haber logrado tu sueño! -le dijeron emocionados.
Feli les sonrió agradecida y les dijo:- Gracias a todos por haberme apoyado en mi viaje. Aprendí que la verdadera magia está en atreverse a perseguir nuestros sueños sin importar los obstáculos que se interpongan en nuestro camino.
Desde ese día en adelante, Feli se convirtió en un símbolo de valentía y determinación para todos los habitantes del bosque encantado.
Y cada vez que alguien le preguntaba cómo había logrado recorrer el mundo siendo tan joven, ella respondía con una sonrisa:- Porque nunca dejé de creer en mí misma ni en la magia de seguir mis sueños hasta hacerlos realidad. Y así fue como la zorra bebé Feli demostró que no hay límites cuando se trata de perseguir aquello que amamos con todo nuestro corazón.
FIN.