El viaje de Felicitas en busca de la Felicidad
Felicitas era una niña curiosa y creativa que vivía en un pequeño pueblo rodeado de montañas y bosques. A pesar de su corta edad, siempre se preguntaba qué era la felicidad y cómo podía encontrarla.
Un día, decidió emprender un viaje en busca de la verdadera felicidad. - ¿Adónde vas, Felicitas? - preguntó su madre al verla con una pequeña mochila a cuestas. - Voy en busca de la felicidad, mamá.
He escuchado que está en algún lugar del mundo y quiero encontrarla - respondió Felicitas con determinación. Con el permiso de sus padres, Felicitas se adentró en el bosque, emocionada por la aventura que le esperaba. En su camino, se encontró con un conejo que parecía triste.
- ¿Qué te sucede, conejito? - preguntó Felicitas con ternura. - No puedo encontrar mi zanahoria favorita, y sin ella no soy feliz - respondió el conejo con pesar.
Felicitas, decidida a ayudar, buscó por todo el bosque hasta encontrar la zanahoria perdida. El conejo, rebosante de alegría, le agradeció y le dijo que había encontrado su felicidad. Felicitas continuó su viaje y se topó con una ardilla que se quejaba de estar sola.
Con paciencia, la niña ayudó a la ardilla a hacer nuevos amigos, y la pequeña criatura encontró en la compañía la dicha que tanto anhelaba. Así, en cada encuentro, Felicitas comprendió que la felicidad no era un destino, sino un viaje en sí mismo.
El verdadero secreto de la felicidad está en ayudar a los demás, en disfrutar de las pequeñas cosas, en valorar lo que se tiene y en cultivar relaciones significativas.
Con esta sabiduría en el corazón, Felicitas regresó a su hogar, sabiendo que la verdadera felicidad estaba dentro de ella todo el tiempo. Desde entonces, su risa se escuchaba por cada rincón del pueblo, contagiando a todos con su alegría y su amor por la vida.
FIN.