El Viaje de Florcita



En un rincón del jardín de una casa llena de colores, crecía Florcita, una pequeña y curiosa planta. Desde su lugar, observaba a los niños jugar, las aves cantar y el viento danzar entre las ramas de los árboles. A veces, los humanos pasaban cerca del jardín y Florcita podía escuchar sus risas y sus sueños. Ella soñaba con participar en sus juegos, comprender su mundo y quizás, algún día, conocer la razón por la que todo parecía tan emocionante.

Un día, una niña llamada Sofía se acercó al jardín y se sentó junto a Florcita. Florcita, emocionada, se esforzó por crecer un poco más para que Sofía la viera mejor.

- “¡Hola! Soy Florcita y me encantaría conocer más sobre ti”, dijo la planta con sus suaves hojas al viento.

Sofía rió y, aunque no podía oírla, Florcita sintió que la respuesta de la niña llegaba directa a su corazón.

- “¡Hola, pequeña planta! ¡Te veo brillar! ¿Sabías que las flores pueden sonreír? ”, dijo Sofía mientras se inclinaba para tocar una de sus hojas.

Florcita casi se desmayó de felicidad al sentir el roce de la mano de Sofía. Sin embargo, la niña luego se fue y Florcita se sintió sola nuevamente.

Con el tiempo, otras criaturas del jardín comenzaron a visitarla: la ardilla, que jugaba entre las ramas, el pájaro, que cantaba lindas canciones, y a veces, una mariposa que contaba historias de los lugares lejanos que había visto.

Un día, mientras Florcita soñaba con aventuras, sintió que sus raíces empezaban a moverse.

- “¿Qué pasa? ¡No me muevo! ”, exclamó con sorpresa.

Y, de repente, la tierra se agrietó y un humano comenzó a arrancarla del suelo. Florcita sintió miedo, pero cuando miró con cuidado vio que era un jardinero, que solo quería reubicarla en un lugar con más luz.

El jardinero la llevó a un nuevo hogar, un hermoso parque donde podía ver el cielo más azul que jamás había visto.

- “¡Estoy en el cielo! ”, gritó Florcita desde su nuevo lugar.

Allí, conoció a muchas otras plantas, unas altas, otras bajas, algunas con flores de colores vibrantes. Había una planta llamada Reynaldo que le enseñó sobre cómo sobrevivir a las tormentas.

- “Mirá, a veces las tormentas son necesarias”, decía Reynaldo con calma.

- “¿Enserio? ”, preguntó Florcita intrigada.

- “Sí, porque después de la lluvia, las raíces crecen más fuertes y los colores brillan más”, continuó él.

Florcita comenzó a entender que cada vez que se sentía en peligro o triste, una nueva oportunidad podía surgir, pero no siempre era fácil. Durante una gran tormenta, Florcita se estremeció y fue difícil mantenerse firme.

- “¿Y si me rompo? ”, pensó con angustia.

Sin embargo, después de la tormenta, vio que los arcos de arcoíris parecían jugar con ella en el aire y su espíritu se llenó de alegría al ver la luz atravesando las gotas de agua.

Con el tiempo, Florcita creció y floreció, pero siempre recordando sus días en el jardín donde comenzó su viaje. Un día, vio a Sofía de nuevo, pero ya no era la niña que solía ser. Ahora era una adolescente. Ella se acercó y miró a Florcita, que estaba más hermosa que nunca.

- “¡Florcita! ¡Te recuerdo! ”, exclamó Sofía mientras acariciaba sus pétalos.

Florcita sintió que el corazón de Sofía siempre había estado presente en ella, de alguna manera. Al verse, Sofía sonrió, como si una conexión antigua despertara de su letargo.

- “Gracias por estar aquí y florecer. Siempre estás en mi corazón”, dijo Sofía mientras una lágrima de felicidad caía por su mejilla.

Y así, en el parque, Florcita aprendió que la vida puede llevarnos por caminos imprevistos, llenos de desafíos y cambios, pero cada experiencia tiene su belleza. Sin importar las razones de las tormentas, cada día trae su propia luz y, de alguna manera, los humanos y las plantas siempre están conectados.

Florcita siguió maravillándose de cada rayo de sol y de cada gota de lluvia, encontrando alegría en su existencia, dando color y vida a quienes se acercaban a ella.

Y aunque la vida seguía su curso, Florcita se dio cuenta de que había algo profundamente esperanzador en todos esos encuentros con el mundo que latía a su alrededor.

FIN.

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