El viaje de Gotita



Había una vez una gotita de agua llamada Gotita, que vivía feliz en el río de un hermoso bosque.

Un día, Gotita escuchó a los árboles y a los animales del bosque hablar sobre el estado del agua, el suelo, el aire y el planeta. Se enteró de que el río estaba sucio, los árboles estaban tristes y el aire ya no olía tan fresco.

Esto preocupó mucho a Gotita, ¡quería hacer algo para ayudar! Se unió a una hojita y una brizna de pasto, que también compartían su preocupación, y juntos decidieron emprender un viaje para salvar su hogar. - '¿A dónde vamos a ir?', preguntó la hojita.

- 'Vamos a recorrer el bosque y buscar a la Tierra Madre, ella sabrá cómo cuidar mejor el agua, el suelo, el aire y el planeta', respondió Gotita. Así, los tres amigos emprendieron su viaje por el bosque.

En su travesía, se encontraron con diferentes animales que les contaban sobre los problemas ambientales que estaban enfrentando. Aprendieron que el agua estaba siendo contaminada por los desechos, el suelo estaba agotado por la sobreexplotación y el aire estaba siendo contaminado por la quema de combustibles fósiles.

Decidieron que tenían que hablar con la Tierra Madre lo antes posible para encontrar una solución. Tras muchas aventuras, finalmente llegaron al gran árbol centenario donde vivía la Tierra Madre. - 'Tierra Madre, por favor ayúdanos.

Queremos salvar nuestro hogar, el agua, el suelo, el aire y el planeta', suplicó Gotita. La Tierra Madre los escuchó con ternura y les enseñó la importancia de cuidar el medioambiente, de reciclar, de plantar árboles y de usar de manera responsable los recursos naturales.

También les recordó que, aunque fueran pequeños, todos podían hacer una gran diferencia.

Llenos de esperanza y determinación, Gotita, la hojita y la brizna de pasto volvieron al río para contarles a los demás cómo podían cuidar juntos el agua, el suelo, el aire y el planeta. Organizaron actividades de limpieza, plantaron árboles y sensibilizaron a los demás habitantes del bosque para que cuidaran su hogar.

Pronto, el río volvió a estar limpio, los árboles recuperaron su vitalidad y el aire volvió a oler a frescura. El bosque estaba lleno de vida y alegría una vez más. Gotita, la hojita y la brizna de pasto demostraron que, aunque sean pequeños, podían lograr grandes cambios cuidando juntos el agua, el suelo, el aire y el planeta.

Y así, el bosque vivió feliz para siempre, cuidado por aquellos que amaban su hogar. ¡Tú también puedes ser como Gotita y sus amigos, cuidando el medioambiente y protegiendo nuestro planeta!

FIN.

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