El viaje de Helena y Baltazar


Había una vez dos hermanitos llamados Helena y Baltazar, quienes vivían en un pequeño pueblo rodeado de montañas.

Un día, mientras exploraban el bosque cercano a su casa, se encontraron con una extraña puerta de madera escondida entre los árboles. Intrigados por lo que podía haber detrás de la puerta, decidieron abrirla y se sorprendieron al descubrir un mundo mágico lleno de coloridos unicornios. Los unicornios eran criaturas majestuosas con cuernos brillantes y pelaje suave como el terciopelo.

Helena y Baltazar quedaron maravillados ante tal espectáculo.

Se acercaron a uno de los unicornios, llamado Luna, quien les habló en un tono dulce y amigable: "¡Bienvenidos al mágico mundo de los unicornios! ¿Cómo han llegado aquí?"Los hermanitos explicaron cómo habían encontrado la puerta secreta y Luna sonrió. "Es muy raro que los humanos encuentren esta puerta, pero parece que ustedes están destinados a estar aquí".

A lo largo del tiempo, Helena y Baltazar aprendieron muchas cosas sobre los unicornios: cómo cuidarlos, alimentarlos e incluso montarlos. Descubrieron que cada unicornio tenía habilidades especiales y poderes mágicos únicos. Un día, mientras paseaban por el bosque con Luna, escucharon un ruido proveniente del lago cercano.

Corrieron hacia allí para descubrir que había una pequeña cría de unicornio atrapada enredada en unas ramas flotantes. Helena se acercó cuidadosamente al pequeño unicornio y lo liberó.

El unicornio, agradecido, miró a Helena con sus grandes ojos brillantes y le tocó la frente con su cuerno. En ese momento, Helena sintió una extraña sensación de calidez y amor. El pequeño unicornio se presentó como Estrella y les dijo que había sido separado de su manada durante una tormenta.

Sin embargo, no podía encontrar el camino de regreso debido a que estaba perdido. Helena y Baltazar decidieron ayudar a Estrella a encontrar su hogar.

Juntos, exploraron valles ocultos, ríos cristalinos y montañas nevadas en busca de la manada de Estrella. Después de días de búsqueda, finalmente encontraron a la manada en un claro rodeado de flores silvestres. Los demás unicornios dieron la bienvenida a Estrella con alegría mientras Helena y Baltazar observaban maravillados.

Estrella se despidió tristemente de los hermanitos pero prometió visitarlos siempre que quisiera jugar en el mágico mundo de los unicornios. De vuelta en casa, Helena y Baltazar nunca olvidaron su aventura mágica.

Aprendieron sobre el valor del cuidado hacia los animales y cómo ayudar cuando alguien está perdido o necesita ayuda. Los hermanitos siempre recordaron ese mundo mágico lleno de coloridos unicornios cada vez que necesitaban un poco más de magia en sus vidas.

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