El viaje de Huida, el hule y el misterio del huracán
Había una vez en un pequeño pueblo de Argentina, un hule llamado Huida. Huida era un hule muy especial, ya que poseía el poder de humedecerse y absorber el agua con facilidad.
A pesar de su talento, Huida siempre se sentía humillado por los demás juguetes, quienes se burlaban de él por ser diferente. Un día, mientras Huida se encontraba triste cerca de un río, escuchó a lo lejos un ruido estruendoso.
Pronto se dio cuenta de que un gran huracán se acercaba al pueblo. -¡Oh no, debemos avisar a todos para que se preparen! - exclamó Huida. Con valentía, se puso en marcha para advertir a los demás juguetes.
Por el camino, se encontró con su amiga Humedecer, una esponja muy dulce y amable. -¿Qué sucede, Huida? -preguntó Humedecer preocupada. -¡Un huracán se acerca al pueblo! Debemos avisar a todos para que se preparen. -respondió Huida.
Juntos emprendieron su viaje, pasando por cada rincón del pueblo para alertar a los demás juguetes sobre el peligro inminente. Sin embargo, se encontraron con muchos obstáculos, ya que algunos juguetes dudaban de la veracidad de la información y otros simplemente se burlaban de Huida por ser un hule.
A pesar de todo, Huida y Humedecer no se rindieron y continuaron su misión con determinación. Finalmente, lograron llegar al centro del pueblo, donde se encontraba el alcalde, un juguete muy sabio y respetado por todos.
-¡Se acerca un huracán, debemos evacuar el pueblo de inmediato! -gritó Huida. El alcalde, sorprendido por la valentía de Huida, decidió tomar en serio la advertencia y ordenó la evacuación.
Gracias al esfuerzo de Huida y Humedecer, todos los juguetes lograron ponerse a salvo, evitando así cualquier daño por el huracán. A partir de ese día, Huida fue reconocido y respetado por su valentía, y todos los juguetes aprendieron a valorar las habilidades únicas de cada uno.
Huida comprendió que ser diferente era una virtud, no un motivo de humillación, y que su capacidad de humedecerse había salvado a todo el pueblo. Desde entonces, Huida y Humedecer se convirtieron en héroes en el pueblo, recordando a todos la importancia de la solidaridad y el valor de la diversidad.
Y colorín colorado, este cuento se ha terminado.
FIN.