El Viaje de Juanito Sapo


Había una vez en un hermoso jardín, una mamá sapo que buscaba desesperadamente a su hijo Juan. El pequeño sapito había desobedecido a su mamá y se había escondido debajo de una flor mágica para jugar.

La mamá sapo saltaba de hoja en hoja, llamando a su hijo con angustia. De repente, vio una flor brillante y colorida que parecía emanar luz propia. Se acercó lentamente y allí encontró a Juan convertido en un sapito.

- ¡Juan! ¿Qué te ha pasado? -exclamó la mamá sapo con lágrimas en los ojos. - Lo siento mucho, mamá. No te hice caso y ahora estoy así por mi culpa -respondió el pequeño sapito con tristeza.

La mamá sapo abrazó a su hijo y le explicó que la flor bajo la cual se había escondido era mágica, pero no podía cambiarlo de nuevo a su forma original. Sin embargo, le prometió que lo cuidaría y protegería siempre.

Desde ese día, la mamá sapo dedicó todo su tiempo a enseñarle lecciones importantes a Juan sobre la importancia de escuchar a sus mayores, ser responsable y valorar lo que tenía.

A pesar de estar convertido en un sapito, Juan aprendió muchas cosas junto a su mamá. Un día, mientras exploraban el jardín juntos, se encontraron con un hada madrina que les ofreció ayuda para revertir el hechizo si demostraban haber aprendido las lecciones impartidas por la madre de Juan.

Con valentía y sabiduría adquiridas durante ese tiempo juntos, Juan respondió al hada madrina:- Querida hada madrina, he aprendido que debemos escuchar a quienes nos quieren bien; ser responsables con nuestros actos y valorar lo que tenemos antes de perderlo.

Por favor, ayúdanos a volver a nuestra forma original para poder seguir adelante juntos como familia. El hada madrina sonrió complacida al ver el cambio positivo en Juan gracias al amor y dedicación de su madre.

Con un toque de magia especial, el hechizo se rompió y Juan volvió a ser un niño humano junto a su madre. Desde entonces, Juan nunca más desobedeció ni ignoró los consejos de su madre.

Ambos vivieron felices recordando esa experiencia como una lección invaluable sobre las consecuencias de no prestar atención a quienes nos aman y guían por el buen camino.

Dirección del Cuentito copiada!