El Viaje de Juanito y Terror



Había una vez en la hermosa provincia de Tucumán, un niño llamado Juanito. Juanito vivía en una pequeña casa rodeada de un paisaje maravilloso: montañas verdes y ríos cristalinos.

Pero, a pesar de todo eso, el niño se sentía muy solo. Un día, mientras exploraba el jardín trasero de su casa, encontró una vieja muñeca abandonada debajo de un árbol.

La muñeca tenía aspecto aterrador con sus ojos desgastados y su pelo despeinado, pero algo en ella atrajo la atención de Juanito. Decidió llevarla adentro y comenzó a jugar con ella. Le puso el nombre de —"Terror"  porque le parecía gracioso que algo tan feo pudiera ser su amigo.

Pronto descubrió que —"Terror"  no era solo una muñeca asustadiza, sino que también podía hablar. "¡Hola Juanito! ¡Qué bueno es tener un amigo como tú!"- dijo Terror con voz temblorosa pero amigable. Juanito quedó sorprendido al escucharla hablar y sonrió emocionado.

A partir de ese momento, Terror se convirtió en el mejor amigo del niño. Juntos recorrían los hermosos paisajes tucumanos: subían las montañas más altas, nadaban en los ríos más profundos y admiraban las cascadas más espectaculares.

Pero un día, cuando estaban explorando una cueva oscura cerca del río, Juanito resbaló y cayó al agua. La corriente era fuerte y lo arrastraba rápidamente hacia una cascada. "¡Ayuda, Terror! ¡No puedo salir!"- gritó Juanito desesperado.

Terror no dudó ni un segundo y saltó al agua para salvar a su amigo. Nadó con todas sus fuerzas hasta alcanzar a Juanito y lo agarró fuertemente para mantenerlo a salvo. Juntos lograron llegar a la orilla sana y salva.

Juanito estaba muy agradecido por la valentía de Terror. Comprendió que no importaba el aspecto de alguien, sino su corazón y sus acciones. Desde ese día, Juanito decidió cuidar mucho mejor de su amiga muñeca.

La limpió, le arregló el pelo y le puso ropa nueva. Ahora —"Terror"  se veía como una muñeca hermosa por fuera, pero seguía siendo igual de especial por dentro.

Con el tiempo, Juanito comprendió que la belleza verdadera está en las personas y en cómo tratan a los demás. Aprendió que todos somos diferentes y eso es lo que nos hace únicos e interesantes. Juanito nunca más se sintió solo porque tenía un amigo verdadero al lado: su querida muñeca —"Terror" .

Juntos siguieron explorando los paisajes tucumanos, disfrutando cada aventura como si fuera la primera vez. Y así, en esa pequeña casa rodeada de montañas verdes y ríos cristalinos, vivieron felices para siempre.

FIN.

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